sábado, 9 de enero de 2010

Hay que estar contentos

“Hay que estar contentos”
Ricardo Andrade Jardí PorEsto 2010-enero-07
--Y la luz, ¿qué me dices de la luz?
--¡Ni hablar!, estos ya nos vieron la cara.
--Ni que lo digas.
Es el diálogo de dos señoras en la fila de “atención al cliente” en Cablemás, donde los presentes vamos a reclamar, ingenuamente, sobre el cambio en los días de vencimiento, sin previo aviso, pero sobre todo acerca del incremento en los servicios de Internet. “¿No que estos estaban exentos del aumento al IVA?” Reclama ahora un señor, en el momento de pagar y descubrir que el servicio es ahora casi 20 pesos más caro que el último mes.
Y en la televisión Fecal vocifera que: “Este año es de fiesta y hay que estar contentos, es el cumpleaños de la patria”.
--“Hágame el favor”, responde en automático, ante el comentario, emitido desde el aparato de rayos catódicos, un irónico anciano que hace fila también para reclamar lo que de todas maneras sabe que no se va a aclarar. Los empresarios “siempre comprometidos”, pero con su causa, hacen de nuestra precaria economía su botín de guerra. El desgobierno que se niega a ver la realidad macabra que significa el rumbo económico impuesto como verdad absoluta, y sigue neciamente por esa senda, mientras el resto comemos lentejas que pagamos a precio de caviar.
“Hay que estar contentos”, dice el cretino ese que se negó a recontar los votos por aquello de su republicana vocación demócrata. “Hay que celebrar a la patria”.
Pero la Patria ¿quiere celebraciones? No. La Patria quiere comida. La Patria quiere seguridad, salud, trabajo, equidad, laicismo, pluralidad, transparencia, justicia, casa, educación…
La Patria nada tiene que celebrar. En menos de doscientos años somos otra vez colonia. Nos han quitado nuestro patrimonio y sistemáticamente borran nuestra historia.
Sólo los “patriotas” de pacotilla se sienten importantes y celebran cada vez que nos arrebatan o roban la Patria, “su patria”, y rápidamente preparan pomposos discursos para justificar el atraco y hablarnos de “competitividad y progreso”. Competitividad que no es otra cosa que maquila. Y progreso... algo genial e inalcanzable, de otro mundo. Pero la Patria nuestra resulta que es de este mundo y que en esta realidad “su progreso” no es otra cosa que pobreza, que violencia, que la doble moral que fomenta la opresión y cimienta la corrupción y a la impunidad, que es, a fín de cuentas, la institucionalidad a la mexicana. Es decir, su pregonada patria.
Pero la patria, de ellos, nada tiene que ver con la otra Patria, la de aquí, la de todos los días, la de los aumentos cotidianos y los desempleados diarios, la de “la guerra triunfal” traducida en los miles de ejecutados y las decenas que se suman al día, la de los secuestros como negocio y la inseguridad como resignación, la de las mentiras telecráticas y las percepciones de una realidad que poco tiene que ver con la realidad concreta. Así, ellos celebran en el 2010 el cumpleaños de “su patria”. ¿Y nosotros… ?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Veo con mucho agrado que continuamente estan adaptando la forma de publicar este blog, para beneficio de sus lectores, los felicito por estas excelentes notas y publicadas ya como un platillo facil de digerir. gracias, sigan asi.

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