domingo, 14 de febrero de 2010

Dependencia alimentaria e inseguridad

Alto Poder 
Manuel Mejido Diario de Mexico 13 de febrero de 2010
* Solamente se gobierna con promesas y esperanzas

* Hasta Colombia es más atractiva para los inversionistas

* Gaviria recomienda cambiar la estrategia de seguridad


México es un país "prendido por alfileres". Subsiste gracias a la casualidad y al empuje de sus ciudadanos, que trabajan al margen de los Gobiernos corruptos e inexpertos que padece la Nación.

Cualquier alteración en la economía internacional, impacta gravemente en las finanzas públicas mexicanas y cíclicamente se producen fugas de capitales, devaluación del peso, caída de la bolsa de valores, incremento en los precios de la canasta básica y un sin fin de etcéteras.


La estabilidad y gobernabilidad son materias inexistentes desde que el neoliberalismo y la tecnocracia se implementaron como políticas de Estado y formaron una sociedad apática, inmoral y desconfiada de sus autoridades.

Los políticos, que desconocen el origen de los problemas, son incapaces de aceptar su responsabilidad en la quiebra moral del país y se aferran en culpar a otros de su fracaso. Siempre tratan de resolver los conflictos con modificaciones a la Carta Magna o reformas a las leyes que perjudican más que beneficiar al pueblo.

Con el argumento de que el país necesitaba mayores ingresos para frenar la crisis (generada por la inestabilidad del mercado inmobiliario estadunidense de 2008), en noviembre del año pasado, la Secretaría de Hacienda envió, y el Congreso aprobó, un paquete fiscal con nuevos gravámenes y el aumento de algunos otros.

El IVA pasó del 15 al 16 por ciento; el Impuesto a Depósitos en Efectivo subió del dos al tres por ciento y el monto de lo depositado disminuyó de 20 a 15 mil pesos; además el Impuesto Sobre la Renta se incrementó dos por ciento, se mantuvo el inconstitucional Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), validado por la Suprema Corte de Justicia, y se eliminaron los subsidios a la gasolina, la electricidad, el agua y el gas doméstico.

De acuerdo con los especialistas, el origen del fracaso de la hacienda pública es que las autoridades eligen el camino más fácil para elevar sus ingresos: la imposición de nuevos gravámenes al consumo o el aumento de los existentes, que son excesivos y resultan imposible de evadir legalmente.

Según cifras de la Secretaría de Hacienda, en 2009 el número de contribuyentes aumentó pero la recaudación promedio cayó 19.3 por ciento. El año pasado se dieron de alta dos millones 25 mil personas físicas y 58 mil morales. Empero, la media de aportaciones pasó de 52 mil 820 pesos en 2008 a 42 mil 636 pesos.

* ARGENTINA, CHILE Y BRASIL, LOS NUEVOS LÍDERES

En México, la economía sigue "prendida con alfileres".

La inversión nacional está frenada. La esperanza de que el país salga de la crisis está en los inversionistas extranjeros. Algunos datos proporcionados por la Secretaría de Economía exhiben las falsas ilusiones con las que las autoridades tratan de convencer al pueblo de la pronta recuperación económica.

El año pasado el Gobierno de la República únicamente concretó 44 nuevas inversiones extranjeras, que significó un pírrico crecimiento del ocho por ciento, principalmente de Alemania, España y Estados Unidos, por un monto de cuatro mil 299 millones de dólares que generaron 27 mil nuevas fuentes de empleo.

En Iberoamérica fueron cuatro las naciones que superaron a México en captación de inversión extranjera directa durante 2009. En primer lugar estuvo Argentina, que atrajo 37 por ciento más que en 2008; siguió Chile que creció 33 por ciento; Brasil, con un 30 por ciento y Colombia, con un aumento del 17 por ciento.

Desde el 2000, durante la presidencia de Vicente Fox, México perdió el liderazgo de la región. En América Latina dejó de ser considerado y respetado como "el hermano mayor". Por sus malos resultados económicos y financieros, actualmente lo consideran una Nación decadente y en quiebra.

Para el primer semestre de 2009, las exportaciones manufactureras y agropecuarias en México registraban una caída del 32 por ciento. Lo mismo ocurrió con la venta al exterior del petróleo, que se desplomó en un 44 por ciento, debido a los bajos precios internacionales.

Si las exportaciones petroleras bajaron casi a la mitad y el consumo interno disminuyó por los altos precios de los combustibles, ¿por qué la extracción del crudo sólo se redujo 7.4 por ciento, en el mismo periodo?

Durante este año, el precio de los energéticos golpeará aún más el bolsillo de los trabajadores, especialmente de la clase media que cuenta con vehículo y calentadores para agua, porque el gas doméstico, que ahora cuesta 4.61 pesos por litro para diciembre valdrá un peso más y la gasolina magna, de siete pesos con 88 centavos, al final de 2010 se venderá 70 centavos más cara.

* DEPENDENCIA ALIMENTARIA E INSEGURIDAD

La dependencia alimentaria también está "prendida con alfileres".

Según la Confederación Nacional Campesina, México, otrora autosuficiente en alimentos, importa al menos el 50 por ciento de lo que consume la población y el precio de la canasta básica aumentó en los últimos nueve años, 135 por ciento.

El Gobierno de la República planea importar 250 mil toneladas de azúcar para este año. Con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio, la importación de maíz alcanza nueve millones de toneladas anuales.

Prendida con alfileres también está la posibilidad de que los mexicanos permanezcan en su tierra. La miseria, el hambre, el desempleo y la inseguridad formaron una nación de parias, de emigrantes forzados.

Cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estiman que para el primer semestre de 2010 la tasa de desempleo rebasará el seis por ciento (aproximadamente dos y medio millones).

Aunque analistas de la Facultad de Economía consideran que en realidad la desocupación laboral equivale a la cuarta parte de la población total, es decir, más de 25 millones, porque el comercio informal genera al menos 23 millones de empleos de subsistencia.

El Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos, el martes pasado estimó que en el 2000 (cuando el PAN llegó a Los Pinos) había cuatro millones 680 mil mexicanos indocumentados. Para diciembre de 2009, la cifra era de seis millones 650 mil.

Después de los ataques a la Torres Gemelas, en septiembre de 2001, la situación para los migrantes indocumentados no ha sido fácil. A pesar de que hay más ilegales mexicanos en la Unión Americana, pocos empresarios o agricultores estadunidenses los emplean. Por esa situación, el envío de remesas se contrajo en 2009 más del 15 por ciento y dejaron de ingresar al país al rededor cuatro mil millones de dólares.

La seguridad pública en México es tan frágil como un castillo de naipes, sostenida únicamente por millonarias campañas televisivas que sólo tratan de engañar al pueblo diciéndole que el Gobierno de la República trabaja para combatir la delincuencia, el crimen organizado y el narcotráfico.

A pesar de que desde el 2 de diciembre de 2006 el Ejército metaconstitucionalmente vigila las calles, el número de asesinatos se incrementó. Organizaciones no gubernamentales reportan que el pasado 10 de enero fue el día más violento de todos los tiempos, al registrarse 69 muertes en menos de 24 horas. El segundo día más violento fue el 17 de agosto pasado, cuando hubo 57 acribillados y el tercero el 14 de julio de 2009, con 52.

La administración calderonista considera que los altos índices delictivos se deben, principalmente, a la infiltración del narcotráfico y el crimen organizado en las instituciones policiacas. No admite que es consecuencia de la descomposición del tejido social, conformado por la educación y el empleo. En ambos el actual Gobierno fracasó el Estado.

El martes pasado, el expresidente colombiano César Gaviria visitó México e hizo tres recomendaciones al Gobierno de Calderón para revertir los pésimos resultados del plan de seguridad.

Para Gaviria el fracaso en la política de seguridad pública del presidente Calderón se debe a que las autoridades implementaron un programa que sólo trata de reducir el número de asesinatos y así nunca podrá erradicar el narcotráfico, el secuestro ni cualquier otro delito.

En segundo lugar, Gaviria pidió a Calderón evitar el uso indistinto de fuerzas policiales y militares en la seguridad pública. Recomendó crear grupos de élite o comandos especializados y bien entrenados.

Como tercer punto, César Gaviria propuso solicitar ayuda directa al Ejército estadunidense, lo cual resulta controversial porque, si bien ya el FBI y las Fuerzas Armadas de la Unión Americana operan en todo el territorio nacional discrecionalmente, admitir su colaboración públicamente sería un primer paso para una posible invasión total.

Un pequeño soplo podría aumentar la crispación del pueblo mexicano que día a día sobrevive con un Gobierno corrupto, en medio del hambre, la pobreza, la desigualdad, el desempleo, la falta de oportunidades y la carencia de seguridad social.

mejido@elsoldemexico.com.mx

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