lunes, 15 de febrero de 2010

¿Qué es un mercado emergente?

¿Qué es un mercado emergente?
Javier Santiso El Universal 14 de febrero de 2010


Érase una vez un mundo (feliz) en el cual los mercados emergentes eran fácilmente diferenciados de los mercados desarrollados. Este mundo se está sin embargo desvaneciendo ante nuestros ojos (atónitos). Por un lado estamos contemplando el auge creciente de economías, hasta hace poco, consideradas como periféricas. Por otro lado, estamos viendo, de Islandia hasta Grecia, cómo los riesgos países, antes de ayer exclusividad de los emergentes, se están ahora haciendo hueco en el corazón de los países europeos, después de haber presenciado un colapso sin igual en la primera economía del primer mundo, Estados Unidos .
Los mercados emergentes están dejando sin duda de ser países exóticos, remotos, de alto riesgo y alta volatilidad. Obviamente existen situaciones muy contrastadas. En una misma región emergente como Europa del este, por ejemplo, nos encontramos hoy en día con economías como Polonia y Rusia con diferenciales de crecimiento, en 2009, de casi 10 puntos: mientras Rusia ha sufrido una contracción de su Producto Interno Bruto cercana a 9%, Polonia seguía creciendo positivamente a casi 1%. En América Latina igualmente las situaciones han sido muy contrastadas, México sufriendo un desplome histórico de su PIB mientras Brasil apenas rozaba el cero crecimiento en 2009. Incluso algunos países se han permitido el lujo de poder ostentar tasas de crecimiento positivas cuando casi todos los países OCDE sufrían contracciones. Así Perú pero también India, Indonesia o China han mostrado tasas de crecimientos positivas en el año 2009 e incluso en el caso de los países asiáticos muy positivas.
Sobre todo, como en toda la década de los 2000, los países emergentes en su conjunto están de nuevo mostrando ser las grandes reservas de crecimiento a nivel mundial. En esta nueva década que abre este año. Éste es el caso, en particular, de los que pueden apoyarse sobre amplios mercados domésticos como Brasil, India o China, pero también Egipto, Vietnam o Indonesia. Más llamativo todavía es el hecho que los ciclos políticos en muchos de estos países no hayan alterado las economías. Así en el 2009, India e Indonesia presenciaron elecciones que incluso han impulsado los mercados financieros. A principios del 2010, las elecciones en Chile también corroboraron cuánto este país ha recorrido camino a la largo de las últimas décadas, la transición y la alternancia que estamos presenciando en Chile siendo un ejemplo para muchas democracias desarrolladas, con equipos salientes organizando de manera ordenada el paso de mando a los entrantes.
La gran paradoja es que mientras estamos presenciando estas transformaciones en los países emergentes también somos testigos de hechos insólitos en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Estas categorizaciones son de hecho cuestionables: muchos países OCDE son en realidad también economías emergentes. México, y después Corea del Sur y ahora, a principios del 2010, Chile, se han ganado a pulso su admisión en este selecto club, del cual forman también parte economías emergentes como Polonia o Turquía. Lo que llama la atención es cómo en el corazón de Europa y de los países OCDE estamos viendo emerger planteamientos que pensábamos sólo posibles en los países emergentes.
Los déficit fiscales desbocados así pues ya no son sinónimos de mercados emergentes (al contrario, muchos han mostrado comportamientos ejemplares). Mientras se ha acusado a un país como Argentina de maquillar sus estadísticas nacionales, resulta que este maquillaje a gran escala se dio también en Grecia, un país OCDE, ubicado en Europa, y miembro además de la Unión Europea. En octubre del 2009, justo después de ganar las elecciones, el nuevo gobierno griego descubrió así que el déficit fiscal lejos de alcanzar 5% del PIB, como se estimaba, estaba en realidad rondando 12.7% del PIB. De repente los mercados financieros se pusieron nerviosos y los diferenciales de las primas de riesgos entre Grecia y Alemania se dispararon.
Como consecuencia, los mercados financieros iniciaron una especulación inimaginable hace apenas dos años sobre las posibilidades de un default griego. Sin duda estas anticipaciones son exageradas, aunque como lo recuerdan Carmen Reinhart y Kenneth en su último libro (This time is different), a lo largo de los dos últimos siglos Grecia pasó casi la mitad en default. Lo cierto es que estamos presenciando una situación inédita en la cual los analistas empiezan a comparar las historias de Argentina y Grecia. Algo difícilmente imaginable para los europeos hace apenas unos años es vislumbrar la entrada del Fondo Monetario Internacional en país de la zona euro. Hasta la fecha la institución era conocida sobre todo por sus intervenciones y operaciones de rescates en los mercados emergentes. En 2009, ya ha caído un primer tabú con las operaciones del FMI, principalmente en Europa (emergente), entre otros países como Hungría o Rumania. Pero todavía queda otro tabú por caer: el rescate de un país europeo de la zona euro.
Más allá de Grecia, al extremo norte de Europa, Islandia también ha vivido un año de altos riesgos con un colapso inédito de la economía. A principios del 2010, el presidente del país ha preferido someter a referendo la decisión de pagar o no una deuda privada de un banco privado quebrado. Con ello, de repente, el riesgo político se asoma también en Europa. Estos ejemplos y trayectorias apuntan hacia un mismo planteamiento: en el mundo que estamos viviendo, las categorías tradicionales han dejado de ser pertinentes.
En definitiva la crisis global de estos últimos años, originada en el corazón de los países OCDE, está acelerando la transición hacia un mundo donde el protagonismo de los mercados emergentes es mayor, como ya lo fue en la primera década de este siglo. Un mundo donde también están surgiendo nuevos riesgos (y oportunidades) que la lectura dicotómica países OCDE —países emergentes— no agota, un mundo más complejo en definitiva que debemos afrontar con más humildad cognitiva.
Director del Centro de Desarrollo de la OCDE
Chair, OECD Emerging Markets Network (EmNet)

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