domingo, 17 de enero de 2010

La segunda vuelta en la elección presidencial

Juan Antonio García Villa El Sol de México 17 de enero de 2010
La segunda vuelta en la elección presidencial


Hace poco más de un mes, el pasado 15 de diciembre, el presidente Felipe Calderón envió al Senado una iniciativa de reformas y adiciones a la Constitución en materia política. Dio cumplimiento así al ofrecimiento que dos semanas atrás había hecho, en el acto celebrado al llegar al tercer año de su gobierno. La iniciativa presidencial comprende exactamente nueve propuestas de cambio, todas trascendentes, en los ámbitos político y de gobierno. Por esa extraña tendencia de los medios a formar "decálogos", aunque no lo sean, en éste o parecidos casos, de inmediato los columnistas empezaron a hablar de la iniciativa calderonista de diez puntos. Son nueve. La correspondiente exposición de motivos los comenta numerándolos uno a uno, con caracteres romanos, por cierto, y en arábigos, al hacer un previo resumen de los mismos, y son exactamente nueve. En fin.

¿Por qué, de las reformas de fondo que con urgencia necesita el país, empezar por la política? La propia exposición de motivos lo dice. Porque a raíz de la alternancia, etapa terminal de todo proceso de transición a la democracia, producida hace ya casi una década, los mexicanos esperábamos cambios más significativos en nuestra vida pública, y éstos, sin embargo, conforme a las expectativas, no se han producido. Ha ocurrido así en razón de que la alternancia hasta ahora "no se ha traducido en una mayor capacidad de los gobiernos para atender y resolver con eficacia los problemas y necesidades de la ciudadanía".

Por lo anterior, continúa diciendo el texto de la iniciativa, "en los últimos años, se ha extendido la percepción de que la política es un ejercicio estéril, que no responde a los intereses ciudadanos y, por el contrario, se usa para avanzar intereses personales". En resumen: "La democratización del país generó expectativas que no se han visto satisfechas por su funcionamiento". En realidad, más que por su funcionamiento, por la falta del mismo, como consecuencia de la incapacidad para tomar decisiones de gran calado. Esta incapacidad es particularmente visible en el ámbito legislativo, donde la parálisis del Congreso es notoria. Entre los nueve -no diez- cambios propuestos se encuentra la segunda vuelta en la elección presidencial.

¿Qué se entiende por tal? La iniciativa la explica así: "Adoptar, dice, para la elección del Presidente de la República, el principio de mayoría absoluta, recurriendo a una segunda votación, cuando ningún candidato obtenga la mayoría necesaria (es decir, más del 50 por ciento) para ser electo en la primera votación". Hasta ahora, en nuestro país la elección del Presidente se ha regido por el principio de mayoría relativa: Gana aquél candidato que obtiene más votos, independientemente del porcentaje que éstos representen. Cuando sólo compiten dos candidatos no hay problema, pues cualquiera de ambos logrará la mayoría absoluta. La cuestión está cuando participan tres o más aspirantes presidenciales, pues se abre entonces la posibilidad de que ninguno logre más del 50 por ciento de los sufragios, lo cual "inhibe -dice la exposición de motivos- la generación de apoyos mayoritarios más robustos". Particularmente, la formación de sólidas mayorías legislativas en las Cámaras.

Para evitar dicha limitación, se ha inventado la segunda vuelta electoral. Esta figura, señala la iniciativa, "tiene su expresión más exitosa en la V República francesa, como mecanismo de fortalecimiento de la legitimidad y actualmente se utiliza en las elecciones presidenciales de ochenta países". Concretamente lo que se propone es que la elección presidencial, en su primera vuelta, sea como hasta ahora, cada seis años el primer domingo de julio. Si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta, habrá una segunda elección presidencial el segundo domingo de agosto, en la que sólo participarán los dos candidatos más votados en la primera. En esta misma fecha, el segundo domingo de agosto, se procederá a la elección de diputados y senadores. El tema amerita otro artículo, para analizar los términos y viabilidad de esta propuesta.

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