Lo que no funciona es el sistema

Lo que no funciona es el sistema
María Teresa Jardí PorEsto 2010-01-17



Por aquello de los excesos, supongo, se ha ido poniendo de moda en la red de la Internet el poner un aviso pidiendo que se quiten los datos de quien envía el correo y muchos, buenos, llegan sin tener ni la más remota idea de dónde surgieron ni si son verídicos o un invento. Pero igual en el caso de algunos, sobre todo cuando se trata de alertas, estoy convencida de que vale la pena no sólo compartirlos por ese medio, sino reproducirlos, en la medida de nuestras posibilidades, incluso del boca a boca tan efectivo para evitar calamidades y máxime cuando en lugares como Mérida me ha tocado ver a bebés en un carrito en la Comercial, Chedraui o el Soriana, aparcados mientras la madre corre apurada comprando otros productos.
Aunque antes les comento que no sólo no comparto un comentario agregado donde se afirma que: “Es urgente cambiar las leyes para bajar la edad para penalizar a los delincuentes... sobretodo los ‘niños’ que actúan como adultos a la hora de hacer una maldad”.
Criminalizar a los niños da cuenta del fracaso del sistema. Lo que hay que cambiar es el sistema corrupto y corruptor que es el capitalismo que, de manera salvaje por los neoliberales a la mexicana, aquí se impone, convirtiendo al pueblo en esclavo de unas cuantas familias mafiosas de políticos y empresarios que disponen de los bienes de la nación como si fueran propios en beneficio personal y de otro puñado, por ellos elegidos, para ser los mantenidos como la borregada clasemediera que no quiere perder el confort. Siendo en realidad esa borregada históricamente pasto del fascismo, que va por unos primero y luego por todos los demás, siendo tarde cuando llega la represión a la casa del vecino para hacer nada por nosotros mismos.
“El viernes 11 de septiembre como a eso de las 11:30 de la mañana en Guadalajara, Jalisco, fui a un famoso centro comercial ubicado en Avenida Vallarta. Me bajé y tomé de la mano a mi nena y en un momento ésta me grita "MAMI, MAMI", yo al voltear veo a un niño entre 10 y 13 años de edad bajito, de pelo lacio, bien vestido, sujetando a mi hija de la mano y empezando a darle tirones, pero como yo a ella siempre la sujeto de la muñeca y no de la mano, esto por una recomendación que me hicieron en Estados Unidos, el niño no pudo arrebatármela. Inmediatamente después apareció otro menor de aproximadamente la misma edad, sólo que éste de cabello rubio y tez blanca, que por mi lado izquierdo trataba de distraerme. Yo al principio pensé que eran hermanos y que yo había quedado en medio de una pelea (y yo creo que todos los testigos pensaban lo mismo porque nadie trató de ayudarme). El caso es que yo no solté a mi hija y ellos huyeron. Inmediatamente me subí a mi camioneta y hablé con un amigo que trabaja en la Procuraduría y cuál no fue mi sorpresa cuando me explicó que esto que me hicieron a mí es UN INTENTO DE SECUESTRO, que perpetra y planea una banda denominada LOS PAÑALES, quienes tienen entre 10 y 15 años de edad y los cuales están comandados por adultos. Estas personas actúan de la siguiente manera: interceptan en los estacionamientos de los centros comerciales a señoras o jovencitas que lleven niños, generalmente no mayores de 5 años, se acerca primero uno que intenta de manera sorpresiva hacer que la mamá suelte al menor y si a la primera no lo suelta entonces se acerca otro que por el lado contrario y empieza a gritar a fin de que la madre voltee y se distraiga para así lograr su objetivo que es que suelte al menor. Mientras tanto un adulto pone en marcha un vehículo robado del mismo estacionamiento que sólo utilizan para subir al menor y acercarlo a una avenida en la que está esperando otro vehículo en el que se escapan. Otro adulto se acerca a la víctima para "AYUDARLA", buscando con esto que hable por teléfono con el esposo o algún familiar para así obtener los datos para pedir el rescate. Este modus operandi ya ha sido captado, pero, claro, aún no se ha hecho nada al respecto. Por eso mismo les pido que por favor reenvíen este correo a todos sus contactos. Hagamos una cadena para prevenir este delito. PROTEJAMOS A NUESTROS NIÑOS. HAY QUE HACER ALGO PARA EVITAR TANTA DELINCUENCIA... YA QUE NUESTRAS AUTORIDADES NO PUEDEN…” O, más bien, no quieren, digo yo, ya que es parte del sistema.