miércoles, 13 de enero de 2010

Terror y desolación

Terror y desolación
PorEsto 2010-01-13


Salvaje terremoto de 7.0 grados devastó a Haití, el país más pobre de América / Colapsaron edificaciones como la sede de la ONU y el Palacio Nacional / Se temen centenares de muertos / Las comunicaciones en la nación isleña, paralizadas casi por completo / El sismo se dejó sentir en República Dominicana y Cuba

PUERTO PRINCIPE, Haití, 12 de enero (AFP/AP) - Un potente sismo de 7,0 devastó este martes Haití, el país más pobre de América, destruyendo edificaciones de la capital, entre ellas la sede de la ONU y el Palacio Nacional, y haciendo temer que haya cientos de muertos.
Diplomáticos estadounidenses en el lugar “vieron numerosos cuerpos en las calles y sobre las aceras, que quedaron hechas pedazos”, dijo Philip Crowley, portavoz del Departamento de Estado: “Evidentemente hay numerosas muertes”.
“Creemos que tendremos centenares de muertos”, afirmó un médico en Puerto Príncipe.
Un corresponsal de AFP en Haití detalló que el sismo duró poco más de un minuto. Poco después, dos réplicas de 5,9 y 5,5 estremecieron el país, indicó el Instituto de Geofísica de Estados Unidos (USGS).


El USGS subrayó que el temblor se registró a 16 km de la capital Puerto Príncipe y a 27 km de Petionville (sureste), a una profundidad de 10 km.
Millares de habitantes deambulaban por la capital, a veces entre lágrimas, por las calles devastadas, viendo en cada esquina imágenes terroríficas de desolación.
“El centro de Puerto Príncipe está destruido, es una verdadera catástrofe”, temblaba Pierre, cubierto de polvo y quien apenas podía expresarse.
“Vi mucha destrucción en mi camino”, relató Marie Claire, empleada en un laboratorio médico.
El sismo destruyó la sede de la fuerza de paz de la ONU, dijo a la AFP un empleado de la organización.
“La mayor parte de la sede de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) quedó destruida. Hay mucha gente bajo las ruinas, tanto muerta como herida”, señaló.
Brasil ejerce el comando militar de la MINUSTAH, integrada por 17 países, muchos de ellos latinoamericanos. El personal militar brasileño consta de unos 1.200 efectivos de un total de unos 11.000.
Además de la sede de la ONU, otros emblemáticos edificaciones como el palacio presidencial, la Catedral y oficinas gubernamentales quedaron destrozados en la capital.
Un corresponsal de la AFP señaló que en Petionville, distrito con una gran actividad turística y una de las zonas más ricas situadas en el este de la capital, un edificio de tres pisos fue derrumbado y en sus calles muchísimas personas se encontraban en estado de pánico.
Es en Petionville donde residen la mayoría de diplomáticos en el país y los funcionarios de Naciones Unidas.
Las comunicaciones con Haití quedaron cortadas casi por completo, lo que hacía imposible tener una información clara de los daños o víctimas, mientras las réplicas sísmicas seguían remeciendo un país donde la situación de pobreza es desesperada y donde muchos edificios son endebles. En muchos lugares no había suministro de electricidad.
Karel Zelenka, representante de los Servicios Católicos de Ayuda en Puerto Príncipe, dijo a algunos colegas estadounidenses, antes de que se perdiera el servicio telefónico, que ``debe haber miles de personas muertas’’, de acuerdo con la vocera del grupo asistencial, Sara Fajardo.


``El informó que había un desastre y caos totales, que nubes gigantescas de polvo rodeaban a Puerto Príncipe’’, dijo Fajardo desde las oficinas de la organización en Maryland.
El analista del servicio Geológico, Dale Grant, dijo que éste fue ``el terremoto más intenso registrado en esta zona’’. Añadió que el último terremoto de gran magnitud fue de 6,7, en 1984.
El presidente Barack Obama dijo que Estados Unidos está dispuesto a dar su ayuda cuanto antes. “Supervisamos la situación y estamos listos a ayudar a la gente de Haití”, señaló.
Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que Obama había pedido también a sus asesores cerciorarse de que estuviera seguro el personal estadounidense en la embajada en Puerto Príncipe. Había menos de 20 miembros del personal militar estadounidense en Haití, casi todos trabajando con la embajada.
Los funcionarios añadieron que Obama les pidió prepararse en caso de que haga falta ayuda humanitaria.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció una donación de emergencia de 200.000 dólares para proveer alimentos, agua, medicinas y refugio a las víctimas.
La ONU preparaba un esfuerzo masivo de socorro internacional, mientras sus funcionarios trataban en vano de entrar en contacto con sus representantes en el país ya que el terremoto perturbó seriamente las comunicaciones con la isla.
El embajador haitiano en Estados Unidos, Raymond Joseph, dijo desde su oficina en Washington que habló con el secretario de la presidencia de su país, Fritz Longchamp, quien le contó que ``los edificios caen como naipes’’ cerca del palacio nacional donde reside el presidente Rene Preval. Añadió que no ha logrado comunicarse con Haití telefónicamente.
La “catástrofe” desató en un inicio una alerta de tsunami en Cuba, Bahamas y República Dominicana, pero fue levantada luego por el Centro de Alertas de Tsunamis en el Pacífico.
El sismo se sintió con gran intensidad en su vecina República Dominicana, con la que Haití comparte la isla La Española.
“En todos los lugares se sintieron los efectos del temblor, no se ha reportado ningún daño, pese a que hemos estado monitoreando por todos los lugares más vulnerables”, señaló Luis Luna Paulino, director de Defensa Civil.
El presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, hizo un llamado a la comunidad internacional para que colabore en el rescate de las víctimas y anunció que enviará ayuda al país caribeño.
Cuba evacuó pobladores del municipio costero de Baracoa, en la región oriental, donde se sintió con fuerza el terremoto, y permanece atenta a la situación.
“Se alertó sobre esta amenaza a las autoridades de las provincias de Guantánamo y Santiago de Cuba”, informó una nota del Estado Mayor de la Defensa Civil.
Francia, Colombia y Venezuela indicaron que están dispuestos a dar su ayuda cuanto antes. El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, se declaró “muy preocupado por el pueblo haitiano y por los brasileños que están allí”.
Haití, que detenta la renta per cápita más baja de todo América, con el 80% de sus casi nueve millones de habitantes viviendo en la pobreza, se ha visto golpeada por una serie de catátrofes naturales en los últimos años, como el paso de varios huracanes en 2008 que dejaron cientos de muertos.

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