sábado, 16 de enero de 2010

Dantesco

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PorEsto 2010-01-16

Pueblo haitiano deambula por las calles entre cadáveres putrefactos, desesperado por agua y alimentos / Temor ante la irrupción de saqueadores armados / Seis mil presos huyen de las cárceles / Ex presidente de Haití Jean-Bertrand Aristide dispuesto a regresar del exilio para ayudar

PUERTO PRINCIPE, Haití, 15 de enero (AFP/AP/EFE) - La irrupción de saqueadores armados con machetes en las calles de Haití sumaban más terror a una nación devastada hace tres días por un potente sismo, al tiempo que las tropas estadounidenses comenzaban a descargar toneladas de ayuda para una población traumatizada.
La rabia y la frustración se acumulaban entre las ruinas de Puerto Príncipe, diezmada por un temblor que dejó un saldo parcial de más de 50.000 muertos.
La mayoría de su población de dos millones de habitantes, desesperada por agua y alimentos, deambulaba este viernes entre cadáveres putrefactos bajo los rayos del sol tropical.
Una vanguardia de 10.000 tropas estadounidenses desplegadas en Haití tomaron el control del aeropuerto, cargados con toneladas de reservas, y comenzaron la primera distribución masiva de ayuda, a la vez que intentaban frenar brotes de violencia.
“Mientras la gente tenga hambre y sed, mientras no hayamos resuelto el tema del techo, corremos el riesgo de los saqueos”, advirtió el ministro de Defensa de Brasil Nelson Jobim.

Funcionarios oficiales haitianos revelaron que al menos 50.000 personas perdieron la vida y un millón y medio quedaron sin hogar en una de las naciones más pobres del mundo, que hace tiempo vive inmersa en violencia y baños de sangre.
“Los cuerpos de más de 15.000 personas ya han sido levantados y enterrados”, indicó el primer ministro Jean-Max Bellerive. “Simplemente nos dedicamos a levantar los muertos de las calles principales”, añadió.
Mientras funcionarios de las Naciones Unidas clamaban por más medicinas y alimentos para los sobrevivientes, los saqueos se propagaban mientras se registraban violentos enfrentamientos en los escasos puestos de distribución.
En la cuarta noche tras el sismo, las familias haitianas revivieron los temores del terror de las temibles bandas armadas.
“De pronto aparecieron hombres armados con machetes para robar dinero”, indicó Evelyne Buino, una joven peluquera que reside cerca del destrozado centro de la capital.
“Necesitamos proteger y salvaguardar nuestro hogar. Hay hombres armados, muchos saqueos”, dijo Eglide Victor, cuya precaria casa es la única que permanece en pie en toda la cuadra de una manzana en el corazón de Puerto Príncipe.
El presidente de Haití, René Preval, destacó el viernes la respuesta internacional frente al terremoto que devastó a su país, pero se quejó de mala coordinación en la entrega de la ayuda que llega a diario desde el exterior.
“Necesitamos la ayuda internacional, pero el problema es la coordinación”, declaró el mandatario en una entrevista con la AFP.
Por otra parte, unos 6.000 presos huyeron de las cárceles de Haití, que quedaron parcialmente destruidas y sin vigilancia tras el sismo ocurrido el martes en el país caribeño que causó decenas de miles de fallecidos, informaron fuentes gubernamentales a la AFP.
Según estas informaciones, del total de presos que huyeron, 4.000 estaban encarcelados en la capital, Puerto Príncipe, y un número importante estaba condenado a cadena perpetua.

En el aeropuerto se registraron escenas de violencia y en los hospitales se escuchaban horripilantes historias de amputaciones y operaciones sin anestesia.
“Realmente necesitamos centralizarnos en los vivos y en lo que podamos hacer por ellos”, indicó a la AFP Nicholas Reader, vocero de la Oficina para la Coordinación de los Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU.
Además, unas 6.000 toneladas de ayuda alimentaria serán distribuidas a la brevedad entre los sobrevivientes del sismo en Haití, informó el viernes una vocera de la ONU y señaló que fueron exageradas las informaciones de que habían sido saqueadas bodegas del organismo en el país caribeño.
Las autoridades revisaron el viernes cuatro almacenes de alimentos de la organización en Puerto Príncipe después de recibir reportes de grupos de asistencia locales sobre presuntos saqueos, dijo Emilia Casella, vocera del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas.
Los militares estadounidenses se alistaban para entregar 600.000 paquetes de raciones básicas de alimentos y 100.000 contenedores de diez litros de agua.
Unos 48 millones de dólares de asistencia en alimentos están llegando en los barcos de la Marina. El portaaviones estadounidense USS Carl Vinson, llegó este viernes con 19 helicópteros, plantas purificadoras de agua y toneladas de medicamentos.
“La gente tenía reserva para unos días, pero ahora están faltando. Temen ir al centro a buscar comida porque se ha vuelto demasiado peligroso”, indicó Patricia Etique, una ciudadana suiza que vive en Haití.
En medio del caos y la desesperación, las brigadas extranjeras comenzaban a hacer sentir su presencia en las calles.
Y en algunos casos daban sus frutos: un equipo belga logró rescatar de las ruinas a una mujer de 28 años, aunque debieron cortarle la pierna derecha.
“Nosotros, junto al equipo de rescate español, salvamos a un bebé ayer de tarde, ahora también a esta mujer”, indicó el Sargento Mayor Edoiard Dekoster.

Este viernes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, logró hablar con el mandatario René Preval y le ofreció “apoyo total” para la reconstrucción del país.
La Secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton indicó que viajará a Haití el sábado para observar la organización de la asistencia al país y reunirse con Preval.
Además, el ex presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide, exiliado en Sudáfrica, se declaró el viernes dispuesto a volver a Haití para “ayudar a reconstruir” el país, devastado por un terremoto.
“Estamos dispuestos a volver hoy, mañana, en cualquier momento, para estar junto al pueblo de Haití, compartir su sufrimiento y ayudar a reconstruir el país”, declaró Aristide a la prensa en Johannesburgo.
“Amigos del mundo entero confirmaron su voluntad de organizar el envío de un avión que lleve equipo médico, material de urgencia y a nosotros”, agregó Aristide, que leyó su declaración acompañado de su esposa.
Jean-Bertrand Aristide se vio obligado a abandonar la presidencia de Haití el 29 de febrero de 2004 a raíz de una insurrección del ejército y de presiones internacionales.

Pero Estados Unidos y Francia dieron a entender que no eran favorables al regreso de “un hombre del pasado” que podía desestabilizar la vida política de la isla.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció que viajará este domingo a Haití en un gesto de solidaridad con el pueblo haitiano y los funcionarios de la ONU allí apostados.
La ONU elevó el balance de víctimas del devastador sismo entre su personal a 37 muertos y 330 desaparecidos.
A su vez, la NASA activó sus satélites, capacidades científicas e instrumentos espaciales para determinar los daños y contribuir en los esfuerzos de asistencia para Haití tas el terremoto que asoló a ese país el martes pasado.
La agencia espacial estadounidense informó hoy en un comunicado que puso en funcionamiento dos de sus instrumentos espaciales de alta resolución para examinar toda la zona del terremoto.
Añadió que las imágenes de antes y después del movimiento sísmico podrán usarse para determinar los daños y las necesidades para la recuperación del país.
Desde el mundo entero llegan donaciones. Grandes empresas estadounidenses, celebridades como Madonna y la modelo brasileña Gisele Bündchen, pero también gente común que a través de mensajes de texto por celular, donan dinero para los haitianos. Sin embargo, se necesita más, según las autoridades del país.
Se estima se han recaudados unos 268,5 millones de dólares de 20 países, organizaciones y empresas privadas.

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