sábado, 16 de enero de 2010

Familias ante el desempleo

Familias ante el desempleo
Carlos Canfield
El Universal 16 de enero de 2010



Reza la sabiduría popular: “Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana”. ¿Qué tanto hay de cierto en esta afirmación? Seguramente podríamos argumentar hasta el cansancio sin llegar a acuerdo alguno.
Para ciertos segmentos de la población, la posibilidad de perder el trabajo es más una realidad que una pesadilla. Es así como el desempleo deja de ser un fenómeno social, una estadística más, para convertirse en un problema individual que requiere atención inmediata.

En los tiempos actuales donde privan la competitividad y la productividad como los ejes de la competencia globalizada, el trabajo humano tiene que perder valor para generar niveles crecientes de rentabilidad. De esta forma resulta comprensible que la pérdida del empleo, derivada de las nuevas reglas de la competencia sea capaz de generar la desvalorización del ser humano, y más aún de la familia. Y es que indudablemente, las relaciones de pareja se ven amenazadas ante la falta de ingresos regulares de alguno de los cónyuges o incluso de ambos.
Afortunadamente no todo está perdido, ya que incluso en tiempos difíciles es posible convertir este problema en una oportunidad de transformación, aprovechando la comunicación y la toma de decisiones compartidas como parte de la esencia de las relaciones familiares.
Sin ánimo alguno de simplificar el problema, propongo tres pasos a seguir para enfrentar esta situación, esperando contribuir a una discusión más sana al respecto.
El primer paso implica reconocer al desempleo como un problema que requiere toda nuestra atención, para lo cual es necesario tender los puentes de comunicación con cada uno de los integrantes del núcleo familiar en busca de una solución conjunta. Seguramente en una etapa de transición, se requerirán de la familia, importantes esfuerzos y ajustes ante las nuevas condiciones de ingreso. Más aún, este tiempo nos debe llevar a la posibilidad de reforzar nuestras relaciones personales buscando, de ser posible, una rápida reinserción laboral, si es que ésta es una opción factible al momento.
El segundo paso consiste en identificar a nivel familiar, aquellas capacidades que de forma individual o colectiva poseemos para generar los ingresos necesarios para el desarrollo familiar. Todos tenemos habilidades o conocimientos que pueden ser mercadeables. Ante la desvalorización del trabajo humano podemos contraponer la dignificación del individuo privilegiando una o varias actividades en las que podemos destacar. Oficios o profesiones que hicimos a un lado, pasatiempos que pueden generarnos ingresos, habilidades sobresalientes, proyectos, sueños, aquel deseo de emprender nuestro propio negocio, situaciones todas que habíamos dejado atrás en aras de la realidad cotidiana del empleo.
En esta etapa, surge la posibilidad de que la familia se reorganice para apoyar al cónyuge con mejores posibilidades de obtener ingresos en el corto y mediano plazos. Se requiere de mucha comunicación, pero sobre todo gran madurez para incluso reconocer un cambio en los papeles tradicionalmente asignados dentro de la familia.
En el tercer paso se necesita transformar. Es necesario primero identificar para después llevar a cabo todos aquellos cambios y adecuaciones, así como obtener las habilidades, conocimientos y capacidades complementarias para materializar ese proyecto laboral o empresarial requeridas en esta nueva etapa. Las opciones pueden ser: reentrenamiento laboral, capacitación, búsqueda de apoyos o socios externos, desarrollo de capacidades administrativas por solo mencionar algunas posibilidades, importantes preámbulos para una nueva forma de vida.
Si bien resulta imposible asegurar el éxito de nuestra empresa, invariablemente el proceso seguido contribuirá a lograr una mayor comunicación y seguramente solidez de las relaciones familiares. Las decisiones compartidas siempre brindarán los mejores resultados.
carlos.canfield@itesm.mx
Profesor e investigador del Departamento de Economía y Finanzas del Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México

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