Represión

Represión

PorEsto 18 de febrero de 2010

CIUDAD JUAREZ, Chihuahua, 17 de febrero (UNIVERSAL/APRO).- En medio de un aparatoso cordón de seguridad y de protestas callejeras, Felipe Calderón volvió a Ciudad Juárez, Chihuahua, donde encabezó una reunión de trabajo con diferentes sectores de la sociedad juarense.

Activistas y estudiantes del Frente Nacional contra la Represión (FNVSR) y del Centro de Investigación y Solidaridad Obrera (CISO), chocaron hoy en un enfrentamiento a golpes con policías durante una protesta de dos horas, a escasos 100 metros del hotel sede donde Felipe Calderón Hinojosa, atendía una reunión con organizaciones de sociedad civil de ciudad Juárez, Chihuahua.

El grupo de oposición al gobierno incursionó en tres ocasiones de manera masiva y violenta frente a los policías asignados, para arrebatarles las vallas metálicas y retarlos a responder a sus demandas de justicia.

Los inconformes, liderado por Julián Contreras, Cipriana Jurado y Marilú Andrade, condenaron el gobierno y las políticas públicas de Calderón y se apostaron a lo ancho de los dos cuerpos de la avenida, en el corazón de la zona hotelera, para lanzar consignas, en el mismo momento en que se efectuaba la reunión del mandatario con representantes de organizaciones de la sociedad civil.

En el lugar de los hechos se gritaron nombres de líderes sociales que han sido asesinados como el de Josefina Reyes; el del catedrático de la UACJ, Manuel Arroyo, el de Lilia Mancha y el del líder Armando Villarreal Marta.

Los manifestantes, que estuvieron a punto de romper el cerco de seguridad y que fueron replegados por la fuerza policial, lanzaron también botellas de vidrio, palos y otros objetos, durante la protesta. Dos reporteros que intentaban llegar al lugar del enfrentamiento fueron golpeados por miembros del estado mayor presidencial (EMP) y quedaron lesionados.

Otros seis comunicadores también fueron golpeados y empujados por militares del estado mayor.

Organizaciones civiles de los derechos humanos, que no fueron convocados al evento presidencial, pidieron la salida del Ejército mexicano, tras argumentar que sí se cuenta con más de un millar de casos documentados de desaparición forzada, tortura, ejecuciones extrajudiciales y robos, entre otros, cometidos por elementos del Ejército mexicano o fuerzas federales.

En el interior del salón, Hugo Almada, catedrático y representante del observatorio ciudadano de seguridad pública, pidió frente a Felipe Calderón, el respeto irrestricto a los derechos humanos “que hoy no fueron convocados”, aclaró, y donde ratifica que sí existen documentadas mil quejas en contra de las autoridades federales.

En el documento, que avalaron integrantes de diversos grupos a favor de los derechos humanos, algunos de los cuales también fueron dejados fuera del evento presidencial, los denunciantes dijeron que “no podemos reconstruir Juárez si se siguen vulnerando los derechos de la población”.

En la reunión con Calderón, un hombre propuso legalizar las drogas, una mujer planteó su dilema de pagar impuestos a sus empleados o la cuota del sicario o extorsionador, y otro más advirtió que la corrupción de policías federales, estatales y municipales y del Ejército es el centro del problema.

Durante el encuentro “Todos somos Juárez, reconstruyamos la ciudad”, en el que manifestó que el plan de acción contra la inseguridad en Juárez debe ser integrado y debe multiplicar lo que puede hacer cada uno de los gobiernos (federal, estatal y municipal), Calderón designó a tres representantes en el municipio y anunció que volverá en un par de semanas para continuar la evaluación de la situación.

Por separado, el Colegio de Médicos y Cirujanos protestaron por el alto índice de secuestros y extorsiones. Y la Cámara de Comercio y Turismo, así como asociaciones de empresarios, vendedores de autos, ferreteros, empleados de farmacias, casas de cambio y varios organismos más, dieron a conocer que por las declaraciones del secretario de Seguridad, Genaro García Luna, se notaba la ignorancia del gobierno federal en el tema.