miércoles, 24 de marzo de 2010

Puñalada al PRI

Aunque la esencia habla de “una nueva cultura laboral” que facilita despidos; permite el trabajo por horas; alarga los periodos de prueba para contratar trabajadores, y legaliza la ratonera del “outsourcing”, el punto fino de la propuesta panista de reforma laboral apunta a darle la puntilla a los sindicatos.
Empresa Alberto Barranco El Universal 23 de Marzo de 2010

La dedicatoria es contra el PRI, al debilitar aún más la esclerótica columna vertebral que lo mantuvo en el poder durante más de 70 años.
¿Se acuerda usted cuando Fidel Velázquez ofrecía 15 millones de votos “cautivos” a los candidatos a la Presidencia de la República, cuya designación no pasaba sin las arcas caudinas de sus oficinas? ¿Se acuerda cuando la aplanadora priísta en el Congreso se nutría del sector obrero? ¿Se acuerda cuando la CTM tenía cuotas de gobernadores?
La embestida, de alcanzar la mayoría, la propuesta elaborada por el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, con alguno que otro parche de la bancada blanquiazul en el Senado, es frontal.
De entrada, se le exime a los patrones de la obligación de retener parte del salario de los trabajadores a título de cuotas sindicales, lo que en el papel democratiza la participación de éstos en las instancias de representación, al convertirse en voluntarias las aportaciones.
Haga de cuenta un plebiscito permanente.
Sin embargo, del otro lado del papel se le abren de par en par las puertas a los llamados sindicatos de protección, es decir membretes que avalen la revisión de contratos colectivos al gusto del patrón… a cambio de una “mochada”.
Desde otro ángulo, es evidente que ninguno de los llamados sindicatos oficialistas, empezando por la CTM, la CROM y continuando con el de maestros, resistiría la obligación de rendir cuentas en asambleas semestrales, con la novedad de que éstas deberán ser auditadas por despachos independientes… por más que la rendija estaría abierta para dividir entre buenos y malos. Más aún, la posibilidad de voto libre, directo y secreto, es decir la abolición de la mano alzada o el grosor de la gritería, bajaría del pedestal a figuras enquistadas en la maquinaria por décadas: ya Elba Esther Gordillo como Joaquín Gamboa Pascoe, Carlos Romero Deschamps…
Sin embargo, se abre la posibilidad de acuerdos, alianzas, chanchullos y demás componendas con quienes se alinearan, como sucedió con el “gober precioso” de Puebla, Mario Marín, o el cacique oaxaqueño Ulises Ruiz.
Desde otro ángulo, la supresión de la llamada cláusula de exclusión que por décadas sirvió de guillotina contra los disidentes, le resquebraja los cimientos al sindicalismo tradicional.
Bajo esa misma ruta, se ubica la supresión del escalafón ciego, que en contraparte le daba opción de ascenso a quienes se mantuvieran fieles a la causa.
Ahora que los dardos alcanzan con más vigor aún al sindicalismo independiente, al limitar la extensión a que podría llegar una huelga, con dedicatoria naturalmente, a no más Mexicanas de Cananea, cerrándole de pasadita el paso a los llamados paros locos, las huelgas en solidaridad y la ingerencia de los sindicatos en la administración.
Adicionalmente, se refuerza la plataforma para promover conflictos colectivos de naturaleza económica, es decir objetar desde el plano patronal a contratos colectivos de trabajo que pongan en peligro la sobrevivencia de las empresas.
En paralelo, los trabajadores con antigüedad menor a tres años que eventualmente lograran ganar un pleito laboral por despido injustificado, no podrán ser recontratados. Más aún, en caso de prolongarse el pleito por años, el trabajador no podrá exigir salarios vencidos más allá de seis meses.
Y si le seguimos, se suprime la figura de “puesto de trabajo”, lo que anula las especificaciones planteadas en los Contratos Colectivos sobre las tareas a realizar por un trabajador, abriéndose la posibilidad de aprovechar multihabilidades.
Digamos que en el escenario lo mismo se bloquea la posibilidad de insurgencia sindical, que se atajan vicios que por décadas han sido repudiados por la opinión pública, como la entrega permanente de apoyos por parte de Pemex o el IMSS a sindicatos que jamás han rendido cuentas.
No más Pemexgates, pero también no más Sindicatos Mexicanos de Electricistas.
Lo curioso del caso es que planteada la iniciativa como un collage de las 320 presentadas en los últimos 17 años, resulta curioso que sólo hayan sobrevivido las propuestas más afines a la causa patronal. ¿O se sacarían las cartas por sorteo?
Balance General
Además del que le comentábamos la semana pasada con cargo a Banamex, al que una resolución del Tribunal Superior de Justicia de Chihuahua obliga a pagarle a un cliente mil 462 millones de pesos, más intereses generados en tres años, en su intento de cerrarle el paso a los reclamos multimillonarios de clientes que pactaron depósitos con intereses fijos elevados, la Suprema Corte de Justicia incluirá en su revisión un caso más, que involucra a Bancomer.
Estamos hablando de un depósito de 500 mil viejos pesos colocado por Lilia Villaseñor De Luna, por el que se pactó una tasa de 12% y una sobretasa exenta del impuesto sobre la renta de 85.70%.
El reclamo, avalado por dos instancias jurídicas, es decir un juez y un tribunal colegiado, habla de 230 mil millones de pesos.
Sin embargo, decíamos, de acuerdo a la tesis del ministro ponente, ningún banco puede fijar intereses por encima de los señalados por el Banco de México, lo que obligaba a modificarlos mes por mes. Según ello, pues, los contratos son ilegales.
El golpazo será de antología, tras haberse legalizado el anatocismo, es decir la posibilidad de los bancos de capitalizar, en perjuicio de los clientes, intereses sobre intereses.
Nada por aquí…
En un acto que envidiaría el más espectacular mago del mundo, la Secretaría de Economía agotó en menos de 10 minutos el reparto de “cupos”, es decir cuotas para importar 250 mil toneladas de azúcar de países centroamericanos sin cubrir el arancel o impuesto de importación correspondiente.
La “estrategia”, según ello, era impecable: “Primero en tiempo; primero en derecho”, es decir los que llegaran con sus papeles en regla primero a la ventanilla se llevaban la posibilidad de importar al menos 15 mil toneladas del total, con posibilidad, naturalmente, de comercializar el dulce en el mercado interno.
El problema es que algunas ventanillas de las delegaciones de la dependencia al interior de la República se abrieron antes de lo previsto.
El sospechosismo, pues, se quedó sembrado.
Pierde Bombardier
Bajo la amenaza de cierre una de sus plantas en el estado de México, la empresa de origen canadiense Bombardier Concarril intentó infructuosamente una desbandada de sus trabajadores adheridos a la sección 200 del sindicato minero, a quienes se integraría a otro afiliado a la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
Estos decidieron mantener su fidelidad al organismo que encabeza Napoleón Gómez Urrutia.
La presión obligó a la realización de una asamblea general extraordinaria en Ciudad Sahagún, Hidalgo, la sede de la matriz de la firma fabricante de carros de ferrocarril.

No hay comentarios:

Publicar un comentario