El Plan Marshall fallido de México

El Plan Marshall fallido de México

Jesús Rangel Derecho a Saber 18 de Febrero de 2010

Fuente: http://www.derechoasaber.org.mx/

Las cifras son contundentes. Estados Unidos transfirió de 1948 a 1951, dentro del Plan Marshall, un total de un billón 600 mil millones de pesos (a precios de 2009) para la reconstrucción de los países europeos después de la segunda Guerra Mundial. Pues bien, entre 2006 y 2008 los gobiernos estatales del país han recibido dos billones 500 mil millones de pesos por los conceptos de aportaciones y participaciones que debe otorgarles el gobierno federal.

Las cifras las presentó Roberto Newell, director general del Instituto Mexicano de la Competitividad (Imco) a los integrantes de Contorno, Centro de Prospectiva y Debate ,que encabeza Óscar Espinosa Villarreal, la semana pasada. Es casi un billón de pesos más que lo utilizado por Estados Unidos, con la enorme diferencia de que los países europeos son ahora una potencia económica, a pesar de la crisis mundial, mientras la mayoría de los estados de la República enfrentan graves rezagos y problemas de fondo en materia de pobreza.

¿Qué se ha hecho con tanto dinero? Evidentemente no hay transparencia informativa al respecto, pero el propio titular del Imco nos dice, por ejemplo, que entre 2000 y 2007 el crecimiento del gasto de los estados en materia de servicios personales ha sido sorprendente, por decir lo menos. De acuerdo con la Cuenta Pública de cada entidad, utilizadas por Newell, Chiapas, Guanajuato, Zacatecas y Nuevo León disminuyeron este tipo de gasto, pero en el extremo están Tabasco con un aumento de ¡700 por ciento!, Yucatán con casi ¡300 por ciento! Y Guerrero y Tamaulipas por arriba de 100 por ciento. Otros gobiernos muy gastadores en este concepto son Colima, Chihuahua, San Luis Potosí y Quintana Roo, con casi 100 por ciento.

A todas luces esto debe cambiar, pero después de conocer las negociaciones políticas entre partidos y legisladores con el gobierno para responder a intereses particulares y no nacionales, me queda claro que ya no se vale soñar.