martes, 23 de marzo de 2010

Abstenerse de juzgar

PorEsto 22-marzo-2010

A los pecadores, Pide el Papa, en medio de críticas a la Iglesia por los escándalos de pederastas/ Repugnancia y rabia, la reacción de una víctima ante la carta del Papa

CIUDAD DEL VATICANO, 21 de marzo (AP/DPA).- El papa Benedicto XVI convocó el domingo a los católicos a abstenerse de juzgar a los pecadores, un día después de haber criticado a los obispos irlandeses por su manejo de un escándalo de abuso sexual de menores por parte de sacerdotes.
Aunque el Papa no mencionó la criticada política del Vaticano de cubrir los abusos con un manto de secreto, un líder eclesiástico suizo llamó a la Santa Sede a establecer un registro de clérigos que hayan cometido abusos, para evitar que los obispos sigan cambiando a sacerdotes pederastas de parroquia a parroquia.
En su homilía semanal desde su ventana sobre la Plaza de San Pedro, el pontífice no mencionó su carta en la que criticó a la alta jerarquía de la iglesia de Irlanda. Benedicto citó el pasaje de los evangelios en que Jesús invita a quienes no han pecado a arrojar la primera piedra a una adúltera.
”Aunque él reconoce su pecado, no la condena, sino que la llama a no pecar”, dijo el papa a los peregrinos congregados en la plaza. ”Confiando en su gran misericordia hacia nosotros, humildemente le pedimos perdón por nuestros errores y la fuerza para crecer en su santidad”. En Suiza, Martin Werlin, titular de la abadía benedictina de Einsiedeln, criticó al Papa y a obispos por sus reacciones al escándalo. ”Temo que la cúpula de la iglesia en Roma no toma la situación lo suficientemente en serio”, dijo Werlin, de acuerdo con el semanario SonntagsBlick. Werlen llamó a la creación de un registro central en el Vaticano para sacerdotes pederastas y otros miembros de la iglesia culpables de abuso de menores ``porque está claro que los sacerdotes pueden ser movidos de país en país”.
En Alemania, en tanto, la revista Focus informó que el jefe de la Conferencia de Obispos del país, arzobispo Robert Zollitsch, admitió que la iglesia católica a sabiendas encubrió casos de abuso sexual.
Zollitsch, arzobispo de Friburgo, dijo que aunque la mayoría de los casos se registró fuera de la iglesia, ”agresiones que ocurrieron en tales números en nuestras instituciones me avergüenzan y me asustan”.
”Cada caso oscurece el rostro de toda la iglesia”, dijo.
El sábado, Zollitsch se disculpó personalmente por el encubrimiento de un caso de abuso sexual hace 20 años en una comunidad de la Selva Negra, cuando él estaba a cargo de recursos humanos en la diócesis.
En la misiva dada a conocer el sábado por el Vaticano, el Papa dijo que los obispos irlandeses cometieron graves errores de juicio acerca de los abusos. Pero no culpó de empeorar las cosas a las políticas del Vaticano de mantener los abusos en secreto, como aseguran víctimas en Irlanda, Estados Unidos y otros países. Asimismo, Benedicto no emitió castigos para los obispos irlandeses implicados.
El Papa dijo el domingo que Jesús le enseñó a la gente a ”no juzgar y no condenar al vecino. Aprendamos a ser intransigentes con el pecado _ comenzando con nuestros propios pecados _ e indulgentes con las personas”, dijo.

Repugnancia y rabia, la reacción de una víctima ante la carta del Papa

Lo primero que siente es repugnancia. Después viene la rabia. Stefanie Schneider no calla cuando se le pregunta sobre los abusos sexuales en la iglesia católica. Lo sufrió en carne propia, durante diez años, por culpa de curas en la diócesis de Munster, una de las zonas más católicas de Alemania.
Con la carta pastoral que el papa Benedicto XVI divulgó este fin de semana sobre el tema de los abusos sexuales en la iglesia católica de Irlanda, la ira de Schneider se multiplicó. No entiende lo que el Papa quiere expresar al decir que “lamenta profundamente” los abusos.
“+Eso es todo lo que tiene que decir? +Que lamenta lo que hicieron los curas irlandeses en el pasado y nada más? Stefanie Schneider está consternada. Apenas si pudo dormir la última noche. Tuvo que pensar en que hoy los niños siguen tal vez tan desamparados como antes, con el mismo peligro de sufrir vejaciones como las que sufrió.
“Estos hombres viejos y fríos de la Iglesia católica no quieren cambiar en nada las estructuras de su Iglesia, sobre todo nada en su visión de lo que creen que es sexualidad”, piensa Schneider, una mujer de unos 40 años.

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