viernes, 9 de abril de 2010

Una entrevista muy oportuna

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María Elena Meneses El Universal 7 de abril de 2010
 
Entrevistar a El Mayo Zambada, ¿hace a Julio Scherer portavoz del crimen? Para responder, antes hay que plantear qué es y para qué sirve el periodismo, pregunta difícil cuando la profesión se enfrenta a la peor crisis de identidad y credibilidad desde que se convirtió en disciplina industrial hace más de un siglo.
El periodismo es relevante para la democracia, ayuda a forjar la opinión pública. Su función es divulgar noticias y ser monitor del poder, cualquiera que éste sea. El periodista no es sacerdote ni procurador de derechos humanos ni fiscal, sólo informa con un método que le exige contar hechos comprobables; respetar la vida privada y evitar el conflicto de interés, un corpus regulatorio que constituye la responsabilidad de quien ejerce la profesión.
En medio de la controversia desatada por la entrevista de Scherer hay diversas dimensiones que merecen ser analizadas. Una es si se debió o no publicar la entrevista; la respuesta es sí. Ningún medio de información lo hubiese pensado dos veces, tratándose de uno de los narcotraficantes más buscados y peligrosos de la actualidad.
La dimensión más compleja de la polémica es si los periodistas deben ser portavoces de los criminales, ya que como nos informó el entrevistador, Zambada le pidió la entrevista.
La información se elabora con base en las relaciones de los medios con sus fuentes, independientemente de la calidad moral de éstas. Los narcotraficantes son parte de nuestra cotidianidad. A diario y sin controversias se divulgan boletines o puestas en escena de la captura del día.
El periodista debe ser neutral y valorar a sus fuentes por su posición o influencia. ¿Quién llamó primero a quién? Los periodistas a menos que deseen suicidarse, no buscan narcos; que Zambada lo buscó es la única forma de conocer su testimonio. Los poderes visibles o invisibles como el narco buscan a quienes tienen credibilidad y rating.
También se ha debatido la calidad de la entrevista. Es responsabilidad del periodista no sólo divulgar información, sino hacerlo de manera oportuna, con rigurosidad y sentido crítico.
La entrevista es más que oportuna, 17 mil muertos ha dejado la lucha contra el narco. Tiempo perfecto para entrevistar a un protagonista de la historia. Sobre el sentido crítico, se trata de una charla de escaso contenido. Scherer tuvo un encuentro, una foto y una conversación ni crítica, ni interesante. Preguntas sobre autoridades infiltradas o el lavado de dinero hicieron falta. Si se tomase en cuenta la calidad, probablemente no se gane ningún premio de periodismo, lo cual a estas alturas no necesita Scherer.
Finalmente, veamos las implicaciones de la entrevista. Un buen periodista agudo y puntilloso debe plantearse las consecuencias de sus actos. Aunque el contenido es pobre, obliga a reflexionar sobre cómo es posible que estemos viviendo una guerra que erosiona la confianza y la vida en comunidades como Juárez con el objeto de atrapar a narcos como El Mayo, que aunque a salto de mata, planea una entrevista, invita a sus huéspedes a desayunar y se toma una foto ¿Dónde está la inteligencia en esta estrategia? O de plano no hay inteligencia ni estrategia.La entrevista fue un acierto periodístico.
Profesora-Investigadora del ITESM

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