jueves, 4 de marzo de 2010

Caricatura de consenso

Caricatura de consenso
José Carreño Carlón El Universal 03 de marzo de 2010


A Héctor Aguilar Camín le sorprende que John Ackerman encuentre en la proclama del “No a la generación del no” un componente salinista. Pero no sólo aparecen entre los firmantes dos de los pilares del reformismo promovido en el periodo de Salinas, sino que los propios firmantes le mandan al expresidente el guiño de que desde 1994 en que terminó su sexenio no ha habido reformas del calado de las que ahora ellos promueven.
Al escritor le sorprende también que yo le atribuya pertenencia del manifiesto a Ernesto Zedillo. Pero este ex presidente fue convocado a firmarlo y lo firmó y por tanto se puede decir con toda propiedad que es su manifiesto. Le sorprende igualmente al historiador que Porfirio Muñoz Ledo afirme que lo que une a los firmantes es su apoyo a Calderón. Pero precisamente lo que demanda el desplegado es el apoyo del Congreso a la iniciativa de reforma política del presidente Calderón.
Es posible que entre los suscriptores del desplegado no se hagan muchas ilusiones —como dice Héctor— respecto a que su colección de firmas tornará los desacuerdos en acuerdos. Pero por el tono que le imprimieron los redactores parecería que no merece otro destino que el de ser acatado por los legisladores y admirado por sus lectores. Y ésta es una impresión que se refuerza ante la colección de sorpresas que le producen al director de Nexos las elementales inferencias de tres de sus lectores.
La estrategia
Más debería sorprender el hecho de que uno de los estrategas del manifiesto se sorprenda de que quienes analizamos el documento y a sus firmantes pongamos el acento, cada quien, en algo de lo que se propusieron sus impulsores y no en el todo de sus intenciones, ahora expresas. Héctor pretende caricaturizar su hallazgo al concluir que la suma de nuestros tres análisis daría “un manifiesto salinista, zedillista y calderonista”. Y que en todo caso ello “pone de manifiesto la pluralidad del manifiesto”.
Héctor incluso podría lamentar no haber encontrado un analista que hubiera hallado entre los firmantes alguna prenda (que también dejaron) del ex presidente De la Madrid, para redondear su, esa sí, caricatura de pluralidad: en realidad una estrategia de pretensiones representativas y consensuales, explícita en las explicaciones que he recibido y que incluyen la proclamación, como si se tratara de un prodigio, de encontrar juntos en el manifiesto al propio Aguilar Camín y a Enrique Krauze.
Como lo dije en mi artículo y como se le he expresado a otro de los impulsores del desplegado, con quien he tenido la oportunidad de conversar, no tengo dudas de la necesidad de “recuperar el proceso reformista abruptamente interrumpido a mediados de la década anterior”. Pero encuentro graves problemas en la estrategia narrativa de un manifiesto en el que los firmantes se asumen como portadores de las soluciones, cuando —para sectores importantes de la sociedad— algunos de sus principales suscriptores forman parte del inventario de problemas que plantean y del nudo de discrepancias, enconos y crispaciones que ellos mismos contribuyeron a generar.
El remedo
En estas condiciones esta suerte de convocatoria representativa-consensual en torno a la iniciativa del presidente Calderón resulta como un remedo pálido de los recursos consensuales del antiguo régimen. Por ejemplo, la convocatoria a la unidad nacional de Ávila Camacho escenificada en los cuarentas con la reunión de los ex presidentes de entonces en Palacio Nacional, incluidos los enconados Calles y Cárdenas. O la que repitió López Mateos en las efemérides de la Independencia y la Revolución, en 1960.
Aquellas estampas constituían símbolos todavía eficaces de unidad frente a los retos del país y del régimen de entonces. La caricatura de estampa consensual que hoy nos proponen pasa por alto, entre otras cosas, que el hartazgo real al que alude Aguilar Camín no es sólo contra los señalados difusamente como la “generación del no”, sino contra muchos de quienes hacen el difuso señalamiento.
Académico

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