domingo, 21 de febrero de 2010

Balas de samba

Balas de samba
Colocado en la lista como segunda prioridad tras firmarse el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el gobierno intentó repetir el numerito con Brasil, el antídoto contra las críticas de desdén hacia América Latina. Sin embargo, el sueño resultó pesadilla
Empresa Alberto Barranco El Universal 19 de febrero de 2010


Mientras nuestro país exigía iniciar la apertura de fronteras con un nivel arancelario de 50% en promedio, es decir el recomendado por el entonces Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), hoy Organización Mundial de Comercio, el gigante del cono sur pedía 200.
La carta de México, pues, era de apertura total, en tanto la de su contraparte hablaba de proteccionismo disminuído para sus industrias.
La ruptura de las negociaciones resultó tan traumática, que a partir de ahí Brasil exigió visa a los mexicanos que lo visitaran, lo que marcaba un punto y aparte frente a la tradicional cordialidad con que se les recibía.
Y aunque la relación mercantil se mantiene viva, ésta debió inscribirse bajo el marco de los acuerdos pactados con la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), por más que se lograron algunos acuerdos multilaterales en materia de comercio de automóviles, con participación de Argentina y Venezuela.
Ahora que el saldo de la balanza comercial tradicionalmente ha sido deficitario para México, ampliándose de 2 millones de dólares en 1987 a 4 mil 910 millones en 2000, aún cuando el año pasado, dada la caída de las importaciones del país, el monto se redujo a sólo 453 millones.
Para no llenar de números el espacio, le diremos que durante los últimos 10 años el desequilibrio a favor de Brasil alcanzó un acumulado de 25 mil 495 millones de billetes verdes.
Digamos que en el juego de fuercitas, más coherente en su política de comercio exterior, más agresivo, más dinámico o quizá simple y llanamente más enjundioso, el país del cono sur del Hemisferio nos ha ganado de todas todas.
Mientras de allá para acá llegan automóviles y camiones; autopartes; motores de émbolo; aparatos eléctricos de telefonía o telegrafía sin hilos; máquinas y aparatos para imprimir mediante caracteres…, de aquí para allá salen acumuladores eléctricos, aluminio en bruto, abonos minerales o químicos fosfatados, materias colorantes orgánicas sintéticas…
Y aunque la lista de exportaciones también incluye automóviles y camiones de turismo y carga, la proporción es de cinco a uno. Cinco, pues, para México. Uno para Brasil. El recuento retrata de cuerpo entero el escenario en que el país pretende, 16 años después, ir por la revancha en lo que sería el eslabón número 13 en su larga cadena de TLC’s.
Realineadas las potencialidades bajo rutas y estrategias distintas, hoy México se sienta a la mesa con un país que ha logrado ubicarse como la décima economía del planeta, tras saltar un escalón más durante el periodo 2006-2008.
Brasil, además, incrementó en el mismo lapso su participación en el comercio mundial del 0.8% al 1.44%, superando largamente a nuestro país como el gran receptor de inversión extranjera directa en América Latina.
Si entre 1994 y 2008 México recibió 221 mil millones de dólares, el país sudamericano alcanzó 307 mil.
La paradoja del caso es que, mientras el gobierno le lanza uno y otro guiños al presidente Luis Inacio Lula Da Silva, su embajador en nuestro país aventó un cubo de hielo: —Para qué quiere Brasil firmar un TLC, si México se está abriendo unilateralmente, sin compromiso alguno para nosotros.
La viñeta es rigurosamente exacta. México abre fronteras sin garantizar, primero, la potencialidad del país para competir al tú por tú, y luego sin imponer condición alguna que garantice la reciprocidad.
Del temor del país a otro fiasco habla la insólita unidad de los organismos empresariales para enfrentar la obstinación del gobierno panista en seguirle la ruta a sus antecesores priístas.
De hecho, a lo más que aceptan ceder es a la firma de una carta de intención en la que esboce la ruta de negociación, garantizándose la exigencia de reciprocidad aún en temas novedosos.
Ahora que, por lo pronto, Brasil —cuyo nivel de competitividad que en 2008 se ubicaba en el lugar 64 a nivel mundial, al año siguiente bajó al 56, mientras México permaneció varado en el 60—, no tiene prisa alguna, colocado nuestro país como campeón de las importaciones, y “sensibilizados” los funcionarios mexicanos de que la letra con sangre entra, es decir te metes a la pista y ahí luego veo cómo te entreno.
Les urge que nos hagan pedazos.
Balance General
Las señales apuntan a que el gobierno prepara un golpe anímico espectacular en afán de elevar la confianza de la población en el gobierno del presidente Felipe Calderón, cuya popularidad, de acuerdo a las últimas encuestas ajenas a encargos de Los Pinos, ha caído a su nivel más bajo.
Estamos hablando de anunciar un supuesto rehabilitamiento del potencial petrolero del complejo Cantarell de la Sonda de Campeche, que permitiría elevar en 200 o 250 mil barriles diarios la plataforma de producción.
La magia consiste en inyectarle nitrógeno a los depósitos submarinos para que empuje el crudo rezagado.
Naturalmente, el anuncio se retrasaría hasta mayo o junio, es decir la antesala del proceso electoral en que están en juego 11 gubernaturas.
Cumplidos aún en crisis
En lo que representa la sorpresa de la temporada, según un estudio realizado por el Tecnológico de Monterrey, durante 2008 la tasa de evasión fiscal en todos los tributos alcanzó un espectacular descenso de 16.7 puntos porcentuales.
De 34.61% cayó a 13.36%.
A nivel de Producto Interno Bruto la omisión en el entero de tributos descendió de 4.57% a 2.66%.
La paradoja del caso es que ese año justo se inició la crisis de la que aún está intentando salir el país, por más que el estudio no discierne si se trató de una repentina toma de conciencia de los causantes o si la Secretaría de Hacienda apretó las tuercas al máximo.
Superfuncionario de Cemex
Curioso que los mercados no hubieran reaccionado frente a los recientes movimientos de funcionarios anunciados por Cementos Mexicanos, en que se colocó a uno de ellos con etiqueta de superhéroe.
Estamos hablando de Fernando A. González, quien dejó su cargo de presidente de la Región Europa para asumir dos vicepresidencias en una: la de Planeación y Finanzas y la de Desarrollo.
Las posiciones las ocupaban Héctor Medina y Armando J. García.
Lo extraño del asunto es que no existe conexión alguna en las funciones, dado que el área de desarrollo se enfoca a garantizar sustentabilidad con el entorno ecológico frente a los proyectos de la cementera.
¿Será que el relevo tiene el don de la ubicuidad?

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