miércoles, 10 de febrero de 2010

Este es el tiempo de la reforma política

Este es el tiempo de la reforma política
Gustavo Madero El Universal 09 de febrero de 2010


Los mexicanos hemos fincado nuestra transición democrática en la reforma electoral para dotar de mayor transparencia los procesos para elegir a nuestros gobernantes. Hoy México cuenta con procesos electorales competitivos como resultado de las reformas que han garantizado la autonomía de las autoridades electorales.

La pluralidad y la alternancia son una realidad, pero no estamos satisfechos con la forma en que operan las instituciones. Nos hemos enfocado en buscar un sufragio efectivo pero hemos logrado poco para construir una democracia efectiva.
Las fuerzas políticas reconocen la necesidad de reformar las instituciones para garantizar mayor calidad en la representación, impulsar cooperación, consolidar el equilibrio entre poderes y establecer un sistema de rendición de cuentas.
Pero, ¿Cómo es posible que no hayamos sido capaces de reformar nuestras instituciones democráticas? Simplemente porque ha prevalecido la actuación endogámica de los partidos y su visión a corto plazo concentrada en la próxima elección por encima del interés nacional. Por eso se afirma que no ha habido voluntad política.
Calderón ha propuesto la reforma política más ambiciosa de los últimos 30 años. Para los senadores del PAN, esta es una agenda que responde a un problema impostergable.
Es una reforma con tres objetivos puntuales: 1) fortalecer el vínculo entre ciudadanos y el sistema político. 2) Instituir mecanismos para consolidar nuestras instituciones y la construcción de consensos y mayorías estables. 3) combatir la impunidad de los actores políticos.
Toda propuesta de reforma, debe ser discutida y complementada con otras visiones. La iniciativa de Calderón puede y debe ser enriquecida con las opiniones expresadas por los expertos, partidos, legisladores y sociedad civil.
Lo que es inaceptable es descalificar a priori la reforma. Coincido con lo publicado con Luis Carlos Ugalde en este diario, no podemos deliberar a través de falacias, necesitamos analizar la propuesta y aprobar en este periodo de sesiones lo que ha sido postergado ya demasiado tiempo.
Tampoco es válido rechazar reformas con el pretexto de que hay otros temas más urgentes. Los legisladores tenemos en este periodo de sesiones una agenda legislativa compleja, la cual incluye, reformas en materia fiscal, laboral, de seguridad nacional y en telecomunicaciones. El Congreso y sus comisiones de trabajo tienen la capacidad para discutir este y otros temas simultáneamente. Contamos con mas de 50 comisiones en el Senado. Si para finales de abril no tenemos una reforma es por falta de voluntad política.
Tampoco se vale argumentar que no es el momento para reformas porque hay elecciones en ju lio. El trabajo legislativo es independiente al proceso electoral. Los legisladores fuimos electos para legislar a nombre de la ciudadanía, para construir soluciones a los problemas nacionales. Evadir la responsabilidad impostergable de reformar nuestras instituciones por mero cálculo electoral es un acto de mezquindad política.
Requerimos un gobierno fuerte y con capacidades efectivas para gobernar dentro de un esquema de equilibrio de poderes y rendición de cuentas. Necesitamos partidos que cooperen, capaces de construir proyectos de gobierno comunes. Es indispensable abrir las puertas a más participación de los ciudadanos y las organizaciones sociales en la política.
La clase política enfrenta una profunda crisis de credibilidad porque no ha sido capaz de cumplir las expectativas ciudadanas. Hemos tardado décadas para avanzar en nuestra transición a la democracia; las fuerzas políticas no tenemos derecho a poner en riesgo nuestra democracia por falta de voluntad para impulsar decididamente el cambio. Los senadores del PAN impulsaremos esta reforma porque es nuestra obligación consolidar la democracia y garantizar que nunca más regrese el sistema autoritario, ni el presidencialismo exacerbado que tanto daño hizo y cuyas secuelas aún no acabamos de extirpar de la vida política.
Este es el momento de la reforma política y el funcionamiento más efectivo de nuestras instituciones. Invito a todos los ciudadanos a participar en este proceso de reforma, a hacer escuchar su voz para exigir instituciones más efectivas y demandar más cooperación entre las fuerzas políticas.
Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado

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