viernes, 12 de marzo de 2010

Más datos

Siguen apareciendo datos que confirman no sólo la recuperación de la economía, sino un ritmo superior al esperado. Ayer se hicieron públicos los números de la industria automotriz (la AMIA) al mes de febrero, y son buenos
Economía Informal Macario Schettino El Universal 11 Marzo 2010

La industria produjo poco más de 167 mil unidades, que representa un crecimiento de 55% frente al mismo mes de 2009. Pero comparar así, como usted se imagina, no es muy bueno, porque el año pasado fue terrible para la industria. Bueno, pues resulta que en este febrero casi se alcanzó la producción de febrero de 2008, antes de la crisis. Faltó poco menos de 4% para igualarla. Más todavía, si comparamos la producción de los primeros dos meses de este año con los primeros dos de 2008, antes de la crisis, hay una caída de apenas 2%.
En otras palabras, la industria automotriz mexicana ya recuperó su nivel de producción previo a la crisis. No tuvo que esperarse hasta 2013, ni a 2011. Es más, ni siquiera a la mitad de este año: en los primeros dos meses de 2010, la producción de autos en México se ha recuperado.
Este fenómeno es todavía más interesante cuando vemos que las ventas de autos en Estados Unidos, que es nuestro principal mercado, siguen 32% debajo de como estaban en 2008, en febrero también. Dicho de otra manera, aunque nuestro gran cliente sigue mostrando una caída de un tercio, nosotros ya recuperamos lo que producíamos.
Puesto que la industria automotriz representa 20% de las manufacturas, y tiene un impacto directo en otras ramas, como maquinaria y equipo, textil, y otras más, es de esperarse que tengamos cifras también muy importantes en la actividad industrial. Este viernes conoceremos esta información para el mes de enero, que debe ser buena, pero habrá que esperar un mes más para conocer la correspondiente al mes de febrero, que estará más o menos al mismo nivel.
Ciertamente, esta recuperación de la industria automotriz no está ocurriendo de la misma forma en otras industrias. La industria de fabricación de equipo de cómputo, por ejemplo, cerró 2009 igual de bien que la automotriz, creciendo 10% en el mes de diciembre, pero no tenemos indicadores como los que publica AMIA que nos permitiesen estimar si en enero y febrero tenemos también un crecimiento muy acelerado. Para eso sí nos van a servir los que publica INEGI este viernes. También para ver cómo va la construcción, que ésa seguía todavía cayendo en diciembre, y que es de gran importancia en materia de empleos.
Sin embargo, sigue apareciendo información que parece confirmar que el crecimiento de la economía mexicana en este año será muy grande. Pero esto no necesariamente se reflejará tan rápido en las personas. Como veíamos el martes, mientras que el indicador general de la economía ya es positivo, aunque pequeño, al cierre del año pasado, el indicador que incluye empleo y ventas era todavía negativo, y por 4%.
No tengo duda de que en enero y febrero las cosas han sido mejores, pero no en magnitud tal que la población se sienta fuera de la recesión. Para millones de mexicanos, la crisis continúa, porque aún no han recuperado su empleo, o si no lo perdieron, no han recuperado la calidad que tenían previa a la crisis.
Por eso el BID dice que hay que esperar a 2011 para que el ingreso por habitante recupere el nivel previo a la crisis, porque si bien algunos sectores están creciendo, y mucho, eso no significa que se pueda garantizar que en este 2010 vayamos a crecer el equivalente de lo que perdimos en 2009. Esperar un crecimiento de 6.5% para este año sí es exagerado, al menos por el momento.
Ahora bien, hay algo que no debemos olvidar: este crecimiento, igual que la crisis, es resultado del comportamiento de Estados Unidos, no de nosotros. Ni tuvimos la culpa de la crisis, ni merecemos felicitación por lo que estamos creciendo. Nuestros problemas siguen siendo los mismos de antes: infraestructura escasa y de baja calidad, capital humano deficiente, leyes y regulaciones excesivas y mal hechas, energía cara y escasa, y sobre todo un problema de equilibrio fiscal y de divisas que si bien en este momento parece que está bien, no es así.
No olvidemos que cuando México crece, importamos más, y financiar esas importaciones es más difícil ahora que vendemos menos petróleo y compramos más gasolina, y con una expectativa de inversión, según dice Economía, de apenas 17 mil millones de dólares para el año. Cierto que es más que los 11 mil del año pasado, pero es menos que los 22 mil que recibíamos en los seis años previos. Años, por cierto, en los que ni siquiera nos urgían los dólares, porque el petróleo nos daba de sobra. Ahora esto ya no pasa, y sí necesitamos flujos de inversión extranjera directa más grandes que los anteriores, ya no digamos comparando con lo que dice Economía que va a conseguir para 2010.
En suma, lo que ya hemos dicho desde hace rato: la recesión ya terminó, la recuperación va en marcha, y lo hace mucho más rápido de lo esperado. Sin embargo, la economía mexicana sigue sufriendo los mismos problemas de siempre, y no parece que alguien vaya a tomar decisiones para resolverlos.

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