jueves, 18 de marzo de 2010

Genio y lámpara

SERGIO SARMIENTO a.m.com.mx 17 de marzo de 2010

La violencia es como el genio de la lámpara: sale con facilidad, al primer frote de quien la encuentra, pero una vez fuera es muy difícil volverlo a meter.
El presidente de la República, Felipe Calderón, acudió ayer una vez más a Ciudad Juárez para dar seguimiento al plan Todos Somos Juárez, el cual se empezó a forjar el 11 de febrero en otra visita presidencial como consecuencia de la matanza de Villas de Salvárcar del 31 de enero.
Es muy pronto para tener resultados en un programa para combatir una inseguridad tan compleja y extendida como la de Juárez. Pero cabe preguntarse si realmente se están tomando las medidas adecuadas para ese objetivo.
Si bien Juárez, o cualquier otra ciudad, se verá beneficiada por un programa que la dote de mejores escuelas y canchas deportivas, así como de programas sociales, no parece que la razón de la violencia en esa urbe sea la falta de estas instalaciones. De hecho, muchas ciudades del País con condiciones sociales bastante más precarias que Juárez registran índices de violencia muy inferiores.
No comprendo por qué el secretario de la Reforma Agraria, Abelardo Escobar, ha sido designado para hacerse cargo de este programa. Es verdad que es originario de Juárez y es un educador respetado, pero no está claro lo que puede lograr en un esfuerzo por erradicar la violencia. De la misma manera, tampoco entiendo el papel de don Luis. H Álvarez en este programa.
La violencia en Juárez no es producto de la falta de instalaciones deportivas o de oportunidades para la juventud. Lo que estamos viendo es una guerra entre grupos de narcotraficantes que se disputan la plaza. Los golpes que la autoridad ha logrado en contra de las bandas de narcotraficantes han generado vacíos de poder que se han traducido en batallas cada vez más intensas.
Los grupos de narcotraficantes son como las grandes empresas: contratan y despiden gente, principalmente gatilleros. Pero los despedidos en este caso no están dispuestos a buscar un empleo en una maquiladora. Prefieren incursionar en otros negocios criminales, como la extorsión y el secuestro.
No hay duda de que la presencia de tropas del Ejército y efectivos de la Policía Federal no ha servido para disminuir la violencia en Juárez. Ésta fue una de las primeras ciudades en que se llevaron a cabo los famosos operativos conjuntos del Ejército y la Policía. Ahí mismo se lanzó en 2003, durante el Gobierno de Vicente Fox, un programa destinado a combatir la violencia que ya era importante. Recuerdo aún las imágenes del entonces secretario de Gobernación, Santiago Creel, dando a conocer ese programa en una ceremonia espectacular con patrullas que hacían sonar sus sirenas.
No voy a recurrir al ataque fácil y común de hacer responsable al Gobierno del presidente Calderón de la violencia en Juárez. Irritan los numerosos intentos que hemos visto de grupos que buscan aprovechar políticamente la muerte de tantas personas en esa ciudad y en otras del País.
Pero sí dudo mucho que el problema de la violencia en Juárez o en el País se pueda resolver con programas sociales o educativos. Los sicarios que han ejecutado a 17 mil personas en el País en los últimos tres años, o a 2,500 en lo que va del actual 2010, no dejarán de matar porque haya más canchas de basquetbol en las zonas pobres de Ciudad Juárez. De hecho, la tarea de erradicar la violencia será tan difícil como meter nuevamente a un genio de la lámpara de la que ha salido.
CENSURA DE CABLEMAS
Inquieta la decisión de Cablemas, una empresa de televisión por cable e internet, de bloquear a un grupo de portales políticos de Chihuahua y principalmente de Juárez. Los proveedores de servicios de telecomunicaciones no deben nunca convertirse en censores. Parece que los directivos de Cablemas quieren hacer que México se una a esa lamentable confradía de países como China, Cuba y Corea del norte, que censuran el internet.

www.sergiosarmiento.com

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