La educación no es prioritaria

La educación no es prioritaria
Enrique del Val Blanco El Universal 22 de enero de 2010

Otra de las decisiones incomprensibles de este gobierno se da con el cierre de nuestra embajada ante la UNESCO, uno de los organismos más importantes a nivel mundial y del cual México fue socio fundador. En los años 40 del siglo pasado tuvo como su principal dirigente a don Jaime Torres Bodet, además de haber estado representada por distinguidos miembros de la cultura de nuestro país.
La decisión se toma en base al peregrino y falaz argumento de la austeridad. ¿No que ya hemos salido de la crisis? Además, el gobierno toma esta medida en los momentos en que se da a conocer el informe de la UNESCO sobre la situación de educación en el mundo, en el cual no salimos muy bien librados al referir las carencias y las tremendas disparidades que existen en nuestro país.
La relación con la UNESCO es muy intensa. Prueba de ello son las más de 10 cátedras que existen entre la organización y diversas instituciones de educación en México, además de las zonas declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad en nuestro país, que también nos destacan y enorgullecen. Se supone que ahora será la embajada de México en Francia la encargada de los asuntos relacionados con el organismo, como si ésta tuviera pocas tareas que atender.
Lo más sorprendente es la justificación de la Secretaría de Relaciones Exteriores, que por boca de su subsecretario declaró que la medida “no implica una disminución de tareas, sino todo lo contrario”. Genial la respuesta.
Ésta es otra demostración de que la educación no es tema prioritario para este gobierno. Y lo podemos ver en los recursos que se le destinan, en la poca importancia dada a resolver la terrible situación en que viven millones de mexicanos analfabetas, etcétera. Los últimos secretarios de Educación que hemos tenido están más dedicados a su promoción personal o a la de su partido.
¿Cómo quieren que nuestro país destaque en el concierto internacional si toman medidas tan arbitrarias como ésta? ¿No que somos una de las primeras 15 potencias económicas del mundo? ¿No que somos del G-20, donde todos los países miembros tienen representación ante la UNESCO? Por lo visto lo único que importa son las relaciones comerciales. Así quitamos y reinstalamos, por la presión de los países poderosos, nuestra representación en la OCDE.
El argumento barato de que se ahorran recursos no se sostiene; según la información publicada, los ahorros no representan ni un millón de dólares. Un país que tiene en las reservas internacionales más de 91 mil millones de dólares ¿no puede destinar algo de su presupuesto, el más alto en la historia, a mantener su representación?
Si tomamos medidas como ésta no podemos quejarnos del papel de liderazgo que están tomando Brasil y Chile en América Latina. Sería muy conveniente que el gobierno recapacitara sobre la pésima decisión, ya que de lo contrario nos seguiremos hundiendo en la medianía del resto de países. Podríamos salir adelante con visión de Estado, más allá de los pastelazos.
Analista político y economista