martes, 2 de febrero de 2010

Tiempo de cambiar el rumbo

Tiempo de cambiar el rumbo
Raul Trujillo Trujillo El Universal 31 de enero de 2010

Optimismo exacerbado pretende transmitir el gobierno al anunciar Banxico que el índice inflacionario del año 2009 se ubicó en 3.57%, lo que contrasta con las declaraciones del anterior gobernador de ese instituto, Guillermo Ortiz, acerca de que se presentaría la “resaca de la crisis sobre el empleo y el ingreso”.

Los acuerdos entre gobierno y cúpulas empresariales y sindicales, respecto a la política restrictiva de sueldos —aunada a la del control del tipo de cambio, como anclaje para estabilizar la economía— ha mantenido desde hace dos décadas la mencionada resaca.
Es claro que el costo de las crisis en México recae sobre asalariados y contribuyentes cautivos. El asalariado carga con los costos que representan los ajustes en los precios de bienes y servicios e incluso del incremento en la carga impositiva, esto, como consecuencia de las distorsiones que se dan en los mercados antes y durante la crisis.
En cambio, los mercados financieros y, en particular el bursátil, han tenido una importante recuperación que se manifiesta en máximos históricos y en excesivas ganancias especulativas. Este contraste es un fenómeno que se presenta en México como consecuencia de la crisis, expresada también en la disminución de ingreso y empleo, así como en el incremento de precios.
La política restrictiva de salarios, limita el desarrollo y crecimiento del mercado interno. Asimismo, agudiza la concentración de la riqueza en pocas manos, haciendo más marcadas las diferencias sociales, por lo que se pretende combatir la pobreza extrema con programas asistenciales y no con la inversión que genere fuentes de empleo.
México requiere reformas estructurales en lo político, hacendario, fiscal, laboral, educativo y energético, sin embargo, no se expresan ni sustentan las propuestas correspondientes por parte del ejecutivo para luego ser discutidas y consensadas por el legislativo con el visto bueno previo de la sociedad.
México ha seguido una estrategia de firmar convenios comerciales con el mayor número de países posibles, buscando insertarse en el contexto internacional con base en un modelo neoliberal, donde la participación del Estado queda marginada del desarrollo económico. En los últimos años, el interés recayó en el sector privado y en el mercado, lo que demostró su ineficiencia en la crisis económica y financiera, por eso el Estado tuvo que rescater a la empresa privada aportando recursos de los contribuyentes para corregir las desviaciones que se presentaron. Es hora de cambiar el rumbo.
Catedratico investigador de la UAM Xochimilco

No hay comentarios:

Publicar un comentario