lunes, 22 de marzo de 2010

Desmadraron la economía y el país

Alvaro Cepeda Neri Siempre 21 de marzo de 2010
  
De la jerga a la mexicana y dentro del mejor español hablado, nada como la expresión: desmadre, para significar —más allá de su definición en los diccionarios del lenguaje (no se ocupa de la palabra el de Santamaría ni de la Moliner)— que algo es un caos a lo bestia... en suma: un verdadero desmadre. Al abortar las complicidades, que no alianzas, de Calderón-Nava con Los Chuchos y otros partiditos buscando sobrevivir a cualquier precio, menos al de los votos, se completó el desmadre general del país.
Ya desmadraron los panistas: la conquista al aborto, como derecho de las mujeres a decidir sobre la maternidad; la inseguridad, llevada a extremos del golpismo militar, para sitiar a la nación con terror sangriento de más de 28 mil homicidios (lo que sabemos); más de mil violaciones a los derechos humanos, contabilizados por las madres de adolescentes asesinados en Ciudad Juárez, ante las que Felipe Calderón, montado en su macho militaroide, exigió pruebas.
¿Pruebas? Como cuando Manrique acusó a Calles de ladrón. Este le reviró con lo de “pruebas”, para que aquél replicara: “¡Te acuso de ladrón, no de pendejo!”. Ya desmadraron los calderonistas el próximo proceso electoral (desesperados por no poder contener la oleada priísta) con sus ambiciones para imponer sucesor, cuando saben que será imposible. Ya desmadraron, conducidos al abismo por Calderón, la economía, pues sus tonterías (los tontos son los panistas de Los Pinos y Lujambio, Cordero, Molinar, Nava... y no la democracia), aceleraron la crisis interna de una recesión generada por Córdova, Calderón y Ebrard cuando exageraron la epidemia gripal. Ya desmadraron al campo con su desprecio a pequeños, medianos agricultores y campesinos.
Lo han desmadrado todo, incluyendo los subsidios que han canalizado a sus fideicomisos (para cuando se vayan y carguen con el botín) y celebran, de dientes para afuera (pues son descendientes de los reaccionarios y conservadores de entonces), los centenarios de la Independencia y la Revolución, con aumentos a precios e impuestos a la Santa Anna y a imagen y semejanza del Porfirio del final del antiguo régimen (remember Cananea). Y al corromper con más saqueos a los dineros públicos, los calderonistas han desmadrado al país en todas sus actividades, incluyendo la política social. Y a pesar de sus maniobras, Calderón y Cortázar, si bien han desmadrado, con sus baños de sangre y violaciones a los derechos humanos, las libertades de prensa, éstas son el último reducto contra ese desmadre de gobierno.
 cepedaneri@prodigy.net.mx

No hay comentarios:

Publicar un comentario