Irma Ortiz Siempre 21 de marzo de 2010
“Estados Unidos tiene un gran temor de que sus enemigos se implanten en México, es más fácil mañana matar a alguien y acusarlo de narcotráfico que matarlo por ser un enemigo de su país, eso no hay que perderlo de vista”, aseguró a Siempre! el especialista en geopolítica internacional Alfredo Jalife-Rahme, quien explica por qué ese país está tan preocupado por la situación en Ciudad Juárez y de ahí el envío de la plana mayor del gobierno de Barack Obama la próxima semana.
Asevera que sí está en juego la seguridad nacional norteamericana, pero no por el narcotráfico, sino por el peligro que significa que en nuestro país se implanten sus enemigos “y les devuelvan los favores que les han hecho en otras fronteras”.
El autor del libro El fin de una era. Turbulencias de la globalización concatena hechos que van desde la puesta en marcha del TLC —que facilitó la entrada del narcotráfico y el tráfico de armas—, el desmantelamiento de la banca y la Iniciativa Mérida que han facilitado la transfronterización de la política estadounidense y que ahora con el incremento de la violencia en Ciudad Juárez permiten a Estados Unidos convertirse en un “vigilante” y sacar adelante sus agendas políticas y económicas no sólo en México sino en América Latina.
En la agenda norteamericana
¿Su opinión sobre la situación de violencia en Ciudad Juárez con el incremento del narcotráfico y las connotaciones en el contexto geopolítico?
Es una dinámica que se genera y donde se crea una necesidad que México no tenía y esa necesidad es básicamente más dependencia de Estados Unidos, en esto hay mucha perversidad y mucha ingenuidad de parte de nuestros legisladores. Hemos visto en una gran cantidad de situaciones cómo Estados Unidos es capaz de sacrificar a sus propios connacionales para adelantar sus objetivos. Levantaron la puja porque con la muerte de funcionarios consulares que además es muy común —no es una idea peregrina lo que digo— pues tenemos la obligación de analizar lo que ha hecho nuestro vecino del norte en Medio Oriente, en Afganistán, donde se da esa dinámica de sacrificar a sus propias gentes como chivos expiatorios ya que los ven como objetos desechables y lo verdaderamente importante es que avance su agenda.
¿Cuál es su agenda?
Uno, el objetivo primordial es la captura de los hidrocarburos, no hay vuelta de hoja. Dos, vienen otras materias estratégicas como el uranio en el norte de nuestro país, el gas que ya está entregado —se lo dieron a Juan Camilo Mouriño y a la compañía española Repsol, sobre todo la Cuenca de Burgos—. En la parte sur, todo lo que permea el petróleo y la región biosférica, que es la más rica que tenemos y el agua, en la región chiapaneca.
Si uno hace un corte al pasado 16 de marzo de lo sucedido en Ciudad Juárez, es otra visión, es algo que ya se esperaba, lo digo abiertamente, se está pasando por una situación tipo paquistaní o de Afganistán, no hay mucho que inventar.
¿Cómo se da esta dinámica?
La primera se da con el Tratado de libre Comercio en la presidencia de Carlos Salinas, luego vino el desmantelamiento de la banca mexicana con Ernesto Zedillo —que también inició Salinas— donde el 90 por ciento de la banca es foránea —es el único país del mundo que tiene esta característica—. Si esta banca mañana cae en quiebra, nosotros también caemos en insolvencia de pagos.
Es decir, no estaría Felipe Calderón en la presidencia ni hubiera estado Fox, Zedillo ni siquiera Salinas, si no conviniera a ciertos intereses y para eso los tienen, son instrumentos que van a avalar todo lo que hagan y a veces éstos ni se enteran, usted discute con Vicente Fox de esto y no lo entiende, para eso estamos los académicos, esa es nuestra labor.
Con Vicente Fox viene la alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte ASPAN —hablamos de cosas más fuertes— incluso éste habló en secreto de la creación de una divisa común entre Estados Unidos, Canadá y México que se llama el amero y hay algunos charlatanes que le han dado vuelo al tema, pero realmente sí se trata de un proyecto del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, un proyecto de la Universidad Fisher de Canadá.
El mismo Fox se lo dijo a CNN, se le escapó en uno de sus excesos verbales. Hay acuerdos secretos que no vemos, que lo pactan desde arriba y no pasan por un referéndum de país, lo avalan en automático.
Luego del ASPAN vino el Plan México, similar al Plan Colombia que luego rebautizaron —porque era exactamente simétrico— como la Iniciativa Mérida. Ahí ya tenemos una concatenación de hechos, es decir, pasamos paulatinamente de algo al parecer inocuo, que es el comercio, luego nos desmantelan la banca, viene el ASPAN, que es de seguridad compartida en materia energética en muchos rubros, más tarde la Iniciativa Mérida con esta coartada de la lucha contra el narcotráfico e igual que la lucha contra el terror, los estadounidenses son los que más propician el narcotráfico.
Doy el ejemplo de Afganistán, pues en ese país a raíz de que entró Estados Unidos y Gran Bretaña se quintuplicó la producción de opio y con éste se crea la heroína que ha desestabilizado a la periferia, sobre todo a Rusia. Lo acaba de declarar el embajador de Rusia ante la OTAN: la guerra de Afganistán está desestabilizando Rusia y afecta su seguridad nacional, porque tienen 30 mil muertos al año, y esto en un país de baja natalidad, imagínese. Esas son las agendas que no se ven y muchas veces los aparatos multimedia sólo enfocan lo que conviene a sus intereses y dejamos de ver lo demás.
Transfrontera
Para mí, Ciudad Juárez forma parte de esa dinámica, no puede pasar algo en Ciudad Juárez que no le convenga a Estados Unidos, hablamos de una transfrontera, de una ciudad común. Conozco bien las dos partes de esa frontera, los operativos feos se dan del lado de Juárez y los operativos bonitos se dan del lado de el Paso, donde está toda la banca.
En Ciudad Juárez están pasando muchas cosas, pero si relacionamos la información, vemos que se trata de una tranfronterización de la política estadounidense, se da en esta lógica, donde hay un ejército mexicano que no tiene nada que hacer en estos operativos, porque no está entrenado para resolver esas situaciones y la PFP, que ya sabemos de su manejo y selectividad para perseguir a unos grupos de narcotraficantes y dejar libres a otros.
¿Esto hacia dónde nos conduce?
A mi juicio, Estados Unidos tiene dos agendas, una la de la anexión pura y simple. Demostrar la disfuncionalidad e ineptitud de cualquier gobierno mexicano, es decir, paulatinamente demostrar la ineptitud del gobierno y entonces le recuerdo lo sucedido en Afganistán y Pakistán, nada más que en México le quitaría la palabra terrorismo y le agregaría narcotráfico, se trata de los mismos operativos, el mismo combate, nada se inventa.
A partir de ahí se van involucrando paulatinamente otros factores, vienen las protestas allá por el incremento del narcotráfico que les afectan, denigran a los mexicanos, sigue la mexicanofobia y entonces hay la “necesidad” de tomar medidas o incluso represalias con el objetivo de formar parte de la vigilancia bilateral.
No olvidemos que Ciudad Juárez es el bilateralismo, es el centro de experimentación de la relación bilateral en materia de seguridad, ese laboratorio de Ciudad Juárez que hoy nos preguntamos cuál. Si no está funcionando, pero de eso se trata, porque así entrarían los operativos estadounidenses para que se les considere como nuestros salvadores, insisto, eso ya está muy visto.
Ese sería un escenario, la captura paulatina de México a los esquemas de seguridad estadounidenses es la llamada Iniciativa Mérida.
El segundo escenario que maneja la Stratford Global Intelligence —ellos mismos aseguran que es el equivalente a la CIA en materia de seguridad y geopolítica— habla de la balcanización de México en cinco partes. Una primera sería el norte, que aseguran no lo puede defender México y lo señalan en un artículo muy feroz; otro sería el centro —incluido Veracruz—, por otro lado, Baja California, uno más en la península de Yucatán y lo que queda del sur.
Cabe preguntarnos por qué Estados Unidos está poniendo “orden”, pues porque en estos momentos han perdido 5 guerras en el mundo, dos de manera directa y las restantes indirectamente. Las primeras en Irak y Afganistán y las otras, una, con su aliado Georgia, en Osetia del sur donde es aplastada por Rusia, luego están las dos guerras que libra Israel —el aliado preferido norteamericano— en contra de dos guerrillas, la de Hezbollah en Líbano Sur y la guerrilla palestina en la franja de Gaza, son 5 guerras.
Por eso, el país del norte ha optado por otros métodos, uno de ellos es la guerra contra el terrorismo y en México es la guerra contra el narcotráfico, otros son golpes de Estado, como sucedió en Honduras que fue el laboratorio de experimentación. Si a Estados Unidos no le conviene la dirección de un régimen entonces viene un golpe de Estado, una nueva elección y pone a quien le conviene, el modelo hondureño empieza a ser usado, y no descarto a México. A ellos lo que les interesa es controlar sea con el método democrático, dictatorial o el que sea.
México, no hay que perderlo de vista, es la frontera mayor de Estados Unidos, tenemos el Golfo de México —donde está una de las principales reservas de hidrocarburos del mundo— le llaman el soft belly —el bajo vientre— de su país, ahí se pueden introducir miles de gentes y nuestro vecino del norte tiene muchos enemigos en el mundo que pueden devolverle los favores que ellos les ha hecho en sus fronteras.
Error, involucrarse demasiado en el TLC
México cometió el error de clavarse demasiado con Estados Unidos, hoy la estamos pagando, nuestro país tenía su inmunidad ganada por ser un país de paz y neutral, jugamos muy bien en la guerra fría, aunque debemos aclarar que tampoco hoy se inventó el narcotráfico, pero ¿por qué se incrementó? Por el TLC bis, así le llamo, pues por la apertura de fronteras no sólo se incrementa el paso de las drogas sino el tráfico de armas.
Así vemos que Estados Unidos tiene un gran temor de que sus enemigos se implanten en México, es más fácil mañana matar a alguien y acusarlo de narcotráfico que matarlo por ser un enemigo de su país, no hay que perderlo de vista, hay mucha perversidad.
Si está en juego su seguridad nacional —eso hay que reconocerlo por su frontera con México— aquí entrarían todos sus enemigos, pero ¿qué han hecho? No sólo han empezado a realizar lo que llamo limpiezas poblacionales, sino que ya metió su frontera hasta Venezuela, porque hasta ahí llegaría verdaderamente su protección.
Si vemos bien la geografía, está el Mar Caribe, un ovoide que mide 2 millones 700 mil kilómetros, pero si lo estudiamos tenemos desde la costa de Quintana Roo, pasa por Cuba llega a Venezuela y Colombia y toda Centroamérica con la excepción de El Salvador, y lo más importante que es el Canal de Panamá. ¿Ahí qué se juega? Están las islas del lavado de dinero, los paraísos fiscales, el turismo apetecible en otros términos, bancos como los de Panamá donde hay mucho lavado de dinero.
Es su zona de seguridad, Estados Unidos ya lo considera como su Mare Nostrum, como los romanos. ¿Qué ha pasado en fechas recientes? Uno, en la transfrontera de Venezuela y Colombia, Estados Unidos instaló siete bases militares; dos, se dio un golpe de Estado en Honduras tolerado, donde incluso empuja a Israel y a Taiwán a participar en esa situación. Tres, hay un terremoto en Haití, lo aprovechan y colocan a 10 mil marines y toman en la retaguardia a Cuba.
Si uno hace un trazado hay un nuevo muro de Berlín que es la transfrontera de Colombia y Venezuela que se sigue hasta el canal del viento que es el estrecho entre Cuba y Haití, es muy interesante.
Estados Unidos en su estrategia tiene que tener primero el Canal de Panamá, un punto de estrangulamiento del comercio mundial, la única parte que conecta al Pacífico del Atlántico.
Por otro lado, la importancia de Colombia es que es el único país bioceánico de Sudamérica, ahí ya vemos que a partir de Colombia y Venezuela, Estados Unidos no tiene el mismo poderío, es Brasil quien está jugando el rol preponderante. No es gratuita la presencia diplomática de Brasil en Honduras, mientras que México desapareció porque ya nos absorbieron, esa es la realidad.
¿Con qué ojos vio Estados Unidos la reciente reunión de presidentes latinoamericanos en Cancún?
Pésimo, lo que pasa es que se contuvieron, pero ellos van a tratar de balcanizar. ¿Cómo van a tener una comunidad latinoamericana en su frontera? Jamás la van a aceptar.
¿Qué podemos esperar y el manejo del gobierno?
Van a empeorar las cosas, realmente la situación ya está gangrenada, pero son cosas de corto plazo, al final vemos que el PAN no sabe gobernar ya lo demostró con dos presidentes, si es en el auge con Fox, no lo supo gobernar y si es en la decadencia con Calderón, mucho menos.
Hay otra cosa, está demostrando al día de hoy la ineptitud de Calderón, por ahí no hay solución, pero además está su personalidad. Tiene una personalidad rijosa, no es armónico ni con su partido, menos con el resto. Desde su elección puso al país en llamas, no tenemos un estadista y en Ciudad Juárez se exacerba más la situación por las connotaciones políticas donde nuestro vecino del norte aprovecha las vulnerabilidades de México para avanzar en su agenda.
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