sábado, 6 de marzo de 2010

Padre Maciel

Padre Maciel
SERGIO SARMIENTO a.m.com.mx 5 Marzo 2010

A nadie sorprendió que hubiera surgido una nueva familia del padre Marcial Maciel, el fundador de la Legión de Cristo. Los propios legionarios, que en un tiempo defendían decididamene a su fundador, hoy prefieren guardar silencio. Lo que indignó de la entrevista que una de las familias del padre Marcial Maciel concedió a Carmen Aristegui el miércoles 3 de marzo fueron las declaraciones de los presuntos hijos de que el padre los violó y en otras formas abusó de ellos.
Ayer la Legión de Cristo dio a conocer una carta del padre Carlos Skertchly, actualmente en funciones de procurador general de la congregación en Roma, que señala que Raúl González Lara, uno de los hijos de Maciel, pidió 26 millones de dólares a cambio de no dar a conocer la información. Según la carta, González Lara argumentó que seis millones de dólares se los había prometido el propio Maciel. Los otros 20 millones serían en pago por el daño causado a la familia por el religioso. La Legión se negó a pagar este chantaje, lo cual al parecer llevó a la decisión de hacer públicas las acusaciones.
Entiendo y comparto la posición de la Legión de negarse a pagar este dinero. Hasta donde puedo ver, la congregación cometió el pecado de negarse a investigar las acusaciones de pederastia en contra del padre Maciel cuando éstas empezaron a surgir. El Papa Juan Pablo II es en buena medida responsable, por impedir que siquiera se investigaran las afirmaciones en contra de un religoso muy cercano a su corazón. Sin embargo, el Papa Benedicto XVI, quien había tenido acceso a la información del caso cuando era cardenal, evidentemente consideró que había suficientes pruebas cuando ordenó al padre Maciel, antes de su muerte, dejar de dirigir la orden y concentrarse en una vida de rezo y reflexión en soledad.
El padre Maciel siempre se negó a defenderse públicamente de las acusaciones de pederastia. Los miembros de la Legión, que le tenían un gran cariño, consideraron ésta como la posición digna de un inocente que encomienda su defensa a Dios. Con el tiempo ha surgido la idea de que, quizá, el padre Maciel no se defendió porque las acusaciones eran ciertas y él ya no quería mentir.
Mucho han aprendido los legionarios acerca de la doble o triple vida de su fundador. Por lo pronto, parece haber tenido cuando menos dos familias. En cuanto a las acusaciones de pederastia, y aun cuando es difícil o imposible obtener pruebas de comportamientos que se llevan a cabo en privado, la acumulación de testimonios ha sido tal que es difícil escapar a la conclusión de que el padre incurrió en conductas inapropiadas.
La propia orden está siendo investigada por el Vaticano y se espera que se den a conocer los resultados en unos cuantos días. No hay razones para pensar, por supuesto, que el comportamiento del fundador haya definido las prácticas de la organización. Habrá que ver cuáles son los resultados de la investigación y, por supuesto, si éstos se hacen públicos.
Por lo pronto, yo no creo en las culpas colectivas. Cada persona es responsable de sus actos. El padre Maciel podrá haber sido todo lo indigno que se quiera. Pero la congregación ha tenido una trayectoria propia. Se le debe juzgar por lo tanto por sus hechos y no por la conducta de su fundador.
Las petroleras
Nos dijeron que antes de la expropiación de 1938 en México había solamente cinco o seis empresas petroleras, todas ellas extranjeras, entre ellas El Águila. El presidente de un banco de inversión me comenta, sin embargo, que llegó a haber en el País 172 petroleras cotizadas en Bolsa, de propiedad nacional y extranjera. Sus nombres hoy parecen poéticos: Lluvia de Oro, Oro Mexicano, Alianza de Perforadores Mexicanos, Cuauhtémoc, la Petrolera Poblana, Almanza, La Esperanza y muchos más. Una vez más descubro que, más que historia, nos han contado mitos.

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