Furias Electorales

Alejandro Gertz Manero El Universal 17 de marzo de 2010

La verdadera razón de los escándalos y de los pleitos partidistas y legislativos que hemos presenciado recientemente es que la elección presidencial se habrá de decidir el próximo 4 de julio de este año, y no en el 2012 como podría suponerse; y ello será así en razón de que actualmente el PRI ya cuenta con 19 estados gobernados, y en este año se deciden 11 gubernaturas que le permitirán refrendar los territorios con los que ya cuenta, y aumentar su presencia y dominio políticos en otros más, logrando así una mayoría abrumadora de entidades federativas y de votos bajo su control, ya que es bien sabido que los gobernadores son los verdaderos operadores del acarreo, de la compra de votos y de todas las artimañas de la picaresca electoral que sigue vigente y en su apogeo, y que finalmente decide el sentido de las elecciones en este país.

En tales condiciones es evidente que el PRI habrá de “echar su resto” en los cuatro meses previos a las elecciones del 4 de julio, para imponer a los candidatos de ese partido y de sus aliados; mientras que el declive electoral y la debilidad y desorganización manifiestas del actual gobierno y de su partido los han llevado a tomar decisiones precipitadas, contradictorias y coyunturales, como fruto de su angustia y de su desesperación ante la perspectiva de perder en definitiva el control político del país a partir de julio próximo, precipitándolos hacia una auténtica tragedia electoral en el 2012.

Estas son las causas de las alianzas “antinatura”, de las firmas “en lo obscurito”, de los pactos “secretos”, con sus exhibiciones y contradicciones cotidianas, y de toda la histeria electoral que están viviendo los detentadores del poder público, y que se ha reflejado en el vergonzoso espectáculo del que hemos sido testigos, que no es más que la consecuencia de tantos errores y de la catástrofe política que ha venido creciendo y multiplicándose en el PAN y en el gobierno, que al volverse tan evidente les ha golpeado en sus ámbitos de credibilidad y de apoyo, logrando que el PRI sea ahora el beneficiario del voto de castigo que hace diez años llevó al PAN al poder, y que hoy está en su contra ante la evidencia de su abrumador fracaso.

Esto se puede comprobar con sólo considerar los últimos 10 años, en los que el crecimiento económico del país ha sido el más bajo desde los años 30 del siglo pasado, mientras la expulsión de mano de obra al extranjero se multiplicó como nunca. México también ha quedado en el último lugar entre las economías de América Latina y obtuvo el deshonroso primer lugar en la crisis económica mundial; y a ello hay que agregarle la tragedia de la guerra mediática efectista y fracasada contra el crimen organizado, mientras la pérdida de empleos y el crecimiento de la pobreza han aumentado como nunca, según las propias cifras oficiales.

Los únicos ganadores en esta debacle que está subastando y aniquilando al país, han sido los bancos extranjeros, las empresas extranjeras, las franquicias y maquilas extranjeras, y sobre todo los especuladores extranjeros junto con los beneficiarios del saqueo de los bienes nacionales, mientras las ventas de petróleo, que sostiene nuestro presupuesto, se han hundido en la improductividad y en la corrupción.

La crisis que aqueja al gobierno y a su partido no es más que la consecuencia de todos estos errores y perversidades acumulados, y por tal razón ahora será el PRI el que tenga la oportunidad de recibir a su favor ese voto de castigo que finalmente es también irracional e injustificable, ya que no hay uno solo de los gobiernos estatales priistas que haya escapado en alguna medida de la misma corrupción e ineptitud del gobierno panista.

Ante esta doble crisis de fracasos reiterados y de falta de expectativas reales, la tercera opción aún existe y se halla en el ámbito de quienes pueden votar y no lo hacen por desconfianza y por rechazo a tantas mentiras, corrupción e ineptitud, y en ese espacio, que es absolutamente mayoritario, se halla un territorio electoral inédito que puede ser generoso y solidario, si esas grandes mayorías logran abrir un proceso de selección autónoma y ciudadana de proyectos y candidatos que verdaderamente sean transparentes, efectivos y honorables; y esa tercera opción tiene todas las oportunidades para ganar y superar el actual monopolio político, económico y mediático que sufrimos, al que ya se le abrió un gran boquete, a través de internet y la comunicación informal; ¡por ahí está el camino!

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Doctor en Derecho