jueves, 4 de febrero de 2010

Infalible forma fascista de desmantelamiento del Estado

Infalible forma fascista de desmantelamiento del Estado
María Teresa Jardí PorEsto 3 de febrero de 2010

Lo del IFAI, al que se le ha creado un tribunal revisor por encima, en Campeche, buscando que lo mismo se haga en todos los niveles, lo explicaba muy bien hace unos días nuestro compañero Guillermo Fabela Quiñones, retomando la denuncia hecha por Jacqueline Peschard, comisionada presidenta del Instituto Federal de Acceso a la Información. Instituto medio conocido por algunos como el IFAI. Porque es evidente que los larguísimos nombres que se les ponen a los organismos que se crean para proteger, lo que no funciona, se deciden en función de dificultar el acceso a la información por parte de los ciudadanos comunes y corrientes. Gobernados previamente deseducados, televisivamente y vía la entrega hasta de la SEP, no sólo del Sindicato de Maestros, lo que de suyo ya revestiría una gravedad extrema, a la grotesca Gordillo, para, entre otras cosas, que no pretendan ser informados ni ciudadanos ni menos gobernados o extranjeros avecindados en México.

Toda la información gubernamental tiene que ser pública. No existen razones, excepto en contados casos, que tienen que ver con la seguridad nacional, para ocultarla, aunque no exista un IFAI ni nada que se le parezca.
Pero tampoco es que el IFAI se haya creado para compartir una información, que no tiene, repito, con IFAI y sin el IFAI, ninguna razón para no ser pública.
El pueblo mexicano constitucionalmente soberano manda, y el empleado gubernamental “elegido” o usurpando tiene la obligación constitucional de informar sobre el manejo de la cosa pública, que a la nación pertenece, al pueblo soberano, repito, incluso por aquello de que dentro de dos días celebraremos el aniversario, cambiado por un lunes festivo, de la Constitución, que como Carta Magna nos dieron antepasados mexicanos, que sí eran patriotas.
Y, sí, —el des, añado yo— “gobierno federal violenta la Constitución al pretender que un tribunal revise las resoluciones del organismo… vulnera la autonomía del IFAI y atenta contra la transparencia”, como señala Peschard al hacer referencia “a la acción implementada por el procurador general de la República, Arturo Chávez, orientada a validar una reforma implementada en Campeche, que permite impugnaciones en materia de acceso a la información, aun cuando la ley actual establece que las resoluciones del IFAI son definitivas…”.
Pero es diáfano que el IFAI visto desde el desarme de la estructura ética de las instituciones, en su conjunto, nace como pantalla de lo mucho que se oculta a los ciudadanos como reservado porque en general atañe a la corrupción de los gobernados.
Y por eso el IFAI, como la CNDH, se convierte en otro ejemplo de una institución creada para proteger lo que no funciona y para no remediar lo básico que desarmado es como para los partidos desgobernantes funciona. Y, ahí está, como el mejor el ocultamiento, reservado, sobre los “negocios” de los Fox/ Sahagún tan impresentables como corruptos a nivel familiar incluso. Dos de los mejor acabados representantes de la crisis gubernamental instalada con el PAN como desgobierno.
Y lo mismo se ha ido haciendo con las policías y con el organismo íntegro que tiene que ver con la seguridad nacional y pública y así es como hemos llegado a los niveles de violencia inaudita que ahoga en sangre al país.
Hace unos días Francisco Solís, ahora candidato del PRD a la alcaldía de Mérida, decía que la policía del municipio, creada por su correligionaria Payán, cuando panistas ambos y ella alcaldesa, debe desaparecer. No debió nacer. Ana Rosa, que hoy al PAN regresa, la creó sin medir las consecuencias o porque se lo deben de haber ordenado quienes mandan en realidad con claridad meridiana sobre el trágico destino inventado también para los meridanos además de para el resto de mexicanos en su conjunto. Los que deciden y pagan la aplicación del Plan Mérida, pues, con los resultados sangrientos que en Ciudad Juárez y Coahuila, por estos días, horrorizados, supongo muchos, estamos viendo, que, no es más que a lo que ya hemos llegando, con los inventos de un organismo infuncional para conservar al otro ya desarmado en su estructura ética, a un ejército aterrador al estilo del integrado por “los tonton macoutes”, creado por la mente perversa de quien se sabe usurpador y manejado por un criminal sangriento como García Luna, luego de haber sumido en el abismo del desprestigio más atroz al Ejército Nacional machacado hasta lo inconcebible, como habrán visto anteayer los que siguieron, como yo hice, la sesión del Congreso.

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