viernes, 12 de febrero de 2010

La opacidad acecha el Bicentenario

La opacidad acecha el Bicentenario
Sonia Sierra El Universal 11 de febrero de 2010
ssierra@eluniversal.com.mx

Ocupada en un programa de actividades mediático, la comisión federal para los festejos olvida su deber con la Ley de Transparencia


En el futuro, las conmemoraciones por el Bicentenario podrían ser recordadas por la opacidad en el manejo de los recursos públicos.
Patricia Galeana, secretaria técnica de la Comisión para los festejos del Senado de la República, y Enrique Márquez, coordinador de los festejos por el Bicentenario en la Ciudad de México, coinciden en que la decisión de no dar a conocer la información acerca de cómo invertirá su presupuesto la comisión federal de los festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, representa una violación a la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información, que establece en su artículo siete que, con excepción de la información reservada o confidencial prevista por la ley (aquella que comprometa la seguridad nacional) todos los “sujetos obligados” (órganos de gobierno) deberán informar sobre el presupuesto asignado y su ejecución.
La historiadora Galeana califica como “caro y frívolo” el programa de festejos anunciados ayer por el presidente Felipe Calderón, en el que se incluye la realización de un torneo de vela en Nayarit. Ella no encuentra relación entre la competencia deportiva y el Bicentenario. Además, “es un deporte caro, para un grupo selecto”, dice.
La forma como se invirtieron los mil 600 millones de pesos sólo se conocerá en 2022 porque esta información se encuentra reservada. Esta cifra es sólo la inicial, como dijo ayer a los medios de comunicación el titular de la comisión, José Manuel Villalpando.
Patricia Galeana asegura en entrevista que la información acerca de cómo se usará el presupuesto “debería transparentarse porque si no se está desvirtuando la ley Federal de Transparencia que, justamente, se creó con la intención de fortalecer la democracia”. Comenta que “estaríamos dando una marcha atrás en la transparencia, volveríamos a caer en la opacidad”.
Enrique Márquez dice a KIOSKO: “Califico como muy grave la reserva de esa información porque no es una información que ponga en peligro el Estado Mexicano. Creo que en época de transparencia estamos todos obligados a hacernos responsables, se manejen muchos o pocos recursos. En la comisión federal se ha venido ocultando la información sobre si contratan, si no contratan y cuánto cuestan las cosas”.
Una vez anunciado el programa de actividades por parte del presidente Felipe Calderón -el acto tuvo lugar ayer en el Centro de Convenciones Banamex-, el titular de la comisión deberá explicar al Senado y las legislaturas acerca de eventos como la fiesta que se realizará en el Zócalo.
“Por acuerdo de todas las legislaturas de los estados y del Senado se pidió a la comisión federal aclarar si era cierta la información acerca del costo del espectáculo de la noche del 15 de septiembre (que se pospondrá a noviembre). Hicimos llegar al licenciado Villalpando esta solicitud y estamos en espera de que nos llegue la comunicación. La petición se hizo desde finales del año pasado y él nos comentó que respondería después de que hubiera la presentación que se ha hecho el día de hoy”, dice Galeana.
Tras recalcar que todos los órganos de gobierno deben informar sobre los gastos destinados a las conmemoraciones, porque la ciudadanía tiene que saber lo que gasta cada comisión, la historiadora Patricia Galeana lamenta que dentro de los anuncios no se hubiera incluido la edificación de la nueva sede del Archivo General de la Nación -como se había anunciado antes-.
Galeana, quien asistió ayer a la presentación del programa, se dijo extrañada de que el evento -“que sin duda fue muy mediático”- no se hubiera llevado a cabo en el Palacio Nacional o en un edificio histórico, sino en el Centro de Convenciones Banamex. Respecto a esto, Villalpando dijo a los medios que la decisión se había tomado porque resultaba más económico ese lugar por la plataforma técnica para el montaje de la exposición que muestra visualmente la programación del Bicentenario.
Respecto a si la comisión federal ha incurrido en gastos innecesarios, Márquez opina: “Sí existen. El evento mismo del día de hoy costó muchísimo dinero. No estamos de acuerdo con eso. Es un derroche significativo. Hablando de responsabilidades públicas, la gente merece saber cuánto costaron las cosas”.
José Manuel Villalpando no quiso decir a la prensa el monto que se pagó por el uso de este escenario.
Entre cifras y paseos
De cara a un programa que contempla la realización de dos mil 300 actividades, Márquez dice que la parafernalia, el exceso de cifras y espectáculos en el programa “ocultan la realidad” del país.
“Tanta parafernalia, cifra y desfile lo que va a servir es para ocultar la realidad. Hay un gran aparato volcado por la vía mediática, por la vía de la producción de programas en la televisión pública y privada. Lo que vimos es una propuesta de ocupación por tres meses del centro con desfiles, festival olímpico, en fin.
“Cuando te quieres escudar en los números -500 intelectuales, 125 programas de tv, 100 mdd (se dijo que esto costará la fiesta del 15 de septiembre)- lo que se va demostrando es que no tienes un concepto. Si el concepto es ‘orgullosamente mexicanos’, es propagandístico. Es como si con la cantidad se quisiera buscar un efecto. Por qué no discutir la educación en México y el estado de la enseñanza de historia en México. Por qué no discutimos lo que no se está haciendo en la ciencia y la cultura. No sé si podamos decir que estamos en el momento de ser orgullosamente mexicanos cuando 14 jóvenes acaban de ser asesinados en Ciudad Juárez. El diagnóstico es grave, más bien hay que discutir las salidas”.

La etiqueta de los festejos
Para Galeana el que se esté dando el nombre de “bicentenario” a todas las actividades, no es lo significativo.
“Lo significativo es que tenemos acciones pendientes importantes. Se debe restablecer la enseñanza de la historia en primero de secundaria, por ejemplo”, opina la historiadora.
Márquez afirma: “Se suman muchas actividades que se etiquetan como bicentenario. Desafortunadamente las conmemoraciones desde el poder caen, generalmente, en este desarrollo, creo que la sociedad mexicana experimenta una constipación bicentenaria -“regata bicentenaria”, “puente bicentenario”-, eso tiene un efecto que llevará al rechazo a lo que tenga la marca bicentenario”.
El titular de los festejos en el Distrito Federal dice que el presupuesto invertido para las conmemoraciones ha sido, en tres años, de alrededor de 40 millones anuales.
Enrique Márquez comenta que no se ha reunido con el titular de la comisión federal desde hace más de un año y que no asistió a la presentación del programa federal porque apenas este miércoles llegó a su oficina la invitación.
“No hemos estado nunca en contra de que se conmemore, es un asunto de convivencia, pero estamos en contra de imponer verticalmente a la ciudadanía una ideología de conmemoración que es porfirista -por conservadora, porque descansa más en la imagen y la parafernalia que en la comunicación verdadera”, dice Enrique Márquez.

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