martes, 16 de febrero de 2010

Ley laboral y SNTE

Ley laboral y SNTE
Juan Ciudadano
fuente: http://www.derechoasaber.org.mx/ 15 de Febrero de 2010

El contrato que año con año empieza a negociar en estas fechas la Secretaría de Educación Pública con los líderes del Sindicato de Maestros nos sería útil en su estatus actual, en su calidad de pliego petitorio. Convertidas las demandas de los maestros en contrato colectivo hay poco que hacer.
El SNTE sigue haciendo todo por ocultar uno y otro documento. El contrato colectivo de trabajo vigente se conoce a pesar de la resistencia del Sindicato (no está en su página de Internet, por ejemplo) y el pliego petitorio lo entregan todos los años al Gobierno en calidad de documento secreto. Y éste les sigue la corriente.
Saber a tiempo lo que quieren los maestros -más bien los líderes del Sindicato- daría materia a un creciente número de organizaciones mexicanas orientadas a incidir en la educación pública para exigir explicaciones sobre cómo piensan la SEP y el SNTE alinear los incentivos de los maestros a favor de la calidad educativa.
¿O qué justificación puede haber para guardar en secreto el monto y las formas en que el SNTE pretende aprovechar nuestros impuestos?
Si en el Senado y la Cámara de Diputados los borradores de Ley (dictámenes de comisiones) son documentos obligatoriamente públicos semanas antes de someterse a votación, igualmente tendrían que estar accesibles los antecedentes de un documento -el contrato colectivo de los maestros- que una vez formalizado supera en impacto social a la mayoría de las resoluciones legislativas.
No vale como excusa decir que algunos periódicos -como éste- encuentran la manera de hacerse del pliego petitorio y publican parte de su contenido. No vale por principio: el derecho a la información es una garantía de las personas y no de los medios de comunicación.
Pero, además, asumamos por un momento que Grupo REFORMA tiene un sesgo malicioso contra el SNTE; asumamos que el pliego petitorio tiene 95 demandas positivas y claramente alineadas a favor de la educación y sólo cinco controvertidas que son las que este periódico publica. Más aún, asumamos que estas peticiones controvertidas se dan a conocer de manera incompleta y fuera de contexto.
Si lo anterior fuera cierto, también perdemos por tener a los maestros atados de manos para defender su derecho condiciones de trabajo que les permitan ofrecer mejor educación.
Al final, cierto o no el sesgo periodístico en contra del SNTE, es un hecho que éste sólo se puede dar cuando no hay otros -medios, ONGs, ciudadanos- con acceso al mismo documento que es base de la discusión. De la misma manera que ciertas o no las transacciones extraeducativas entre Gobierno y Sindicato, éstas se logran mejor entre menos mirones haya.
El actual estado de cosas (la secrecía del pliego petitorio de los maestros) nos deja indefensos contra posibles Gobiernos tibios e incapaces de dejarle en claro al magisterio que sólo se les pagará más a cambio de que ellos enseñen mejor, contra sindicatos que antes que todo están en la caza de cuotas políticas y contra medios informativos aprovechados del acceso privilegiado a un documento público para atacar injustamente al SNTE.
Hace unos días, el Secretario del Trabajo sacó nuevamente el tema de la importancia de aprobar una reforma laboral en el actual periodo de sesiones. La propuesta del Presidente incluye, dice el Secretario, 309 cambios a la Ley Federal del Trabajo, entre ellos algunos para ampliar la trasparencia y garantizar la rendición de cuentas de los dirigentes sindicales.
Hay un cambio que en materia de transparencia y rendición de cuentas pesa como ninguno otro: que el pliego petitorio para las negociaciones del contrato colectivo de trabajo sea un documento verdaderamente público desde el inicio del proceso.
El PAN lleva 10 años en el poder y no ha tocado a nuestros líderes sindicales charros ni con el pétalo de una rosa. Ya va siendo hora.
juanciudadano@juanciudadano.com

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