viernes, 15 de enero de 2010

Privacidad vs. seguridad

Privacidad vs. seguridad
Ana María Salazar
El Universal 15 de enero de 2010


“La única privacidad que queda es la que está en nuestras mentes”.Frase de la película “Enemigo Público”
Parece que la implementación de una Cédula de Identidad Ciudadana ya es un hecho. Se resolvió uno de los puntos de conflicto. En estos días los consejeros electorales informaron que existe ya un compromiso de la Secretaría de Gobernación para no expedir por separado una nueva cédula de identificación, y que sólo se incrementarán las medidas de seguridad en la credencial de elector con datos biométricos, ya que estimaron que expedir dos credenciales resultaría en que 40% de los electores simple y sencillamente no renovarían su credencial de elector. El impacto de esto en las elecciones y la democracia mexicana sería catastrófico.
Pero esta decisión no resuelve la preocupación de los detractores preocupados por los riesgos que representa a nuestra privacidad el que el gobierno recopile tanta información personal incluyendo nuestra dirección, nuestro teléfono, datos fiscales, rasgos biométricos como nuestras huellas digitales, rasgos biométricos como el iris del ojo. La nueva base de datos se compartiría con Gobernación. ¿Cómo hará uso de nuestra información personal el gobierno? ¿Y pueden garantizar que delincuentes o personas ajenas al gobierno no tengan acceso a nuestra información personal? Pero, para los que apoyan la creación de una cédula de identidad con más información de la que proporciona la credencial de elector, la preocupación gira más alrededor de la posibilidad de que tengan más herramientas para que puedan enfrentar a los criminales, además de facilitar los trámites burocráticos. Privacidad versus seguridad y eficacia burocrática.
La verdad es que, para los que se preocupan de su privacidad, hay que recordarles que básicamente hoy día es difícil, si no imposible, ser anónimo.
Grupos como México Unido contra la Delincuencia están a favor de la creación de una cédula ciudadana. Ana Franco, presidenta de esta asociación, me comentó en una entrevista que “en este país en materia de seguridad el anonimato termina casi siendo sinónimo de delincuencia”.
En este momento los mexicanos tenemos varias identificaciones. Está la credencial de elector, la licencia de conducir, el pasaporte, la CURP, las actas de nacimiento y algunos más. La pregunta es: ¿cómo usan los delincuentes estas identificaciones? Según Ana Franco, “se ostentan con diferentes identidades, parecen ser y se comportan como personas con una actividad lícita que no les corresponde, mutan o giran de un estado a otro, emigran y nadie los conoce en otras comunidades y esto es un cobijo perfecto para delinquir…”.
Otra pregunta sería: ¿desaparecerá por completo nuestra privacidad? Según Stephen Baker, autor de Los Numerati y a quien entrevisté para mi programa Seguridad total, estamos entrando a un mundo de vigilancia extrema.
Con cada clic de internet, cada llamada telefónica, cada mensaje del celular o cada compra con tarjeta de crédito se envía información a alguna base de datos, que es analizadam, procesada, por los numerati, término acuñado por Stephen Baker para los especialistas modernos que siguen la huella de cada persona en el mundo moderno.
¿Pero qué pasará cuando la vigilancia sea tan extrema que las autoridades, o incluso los delincuentes, puedan conocer cada uno de nuestros movimientos? Baker me comentó que “nuestros jefes tienen información sobre lo que hacemos en la oficina, las páginas que vemos, los círculos de nuestro correo electrónico, dónde vamos con el teléfono móvil y ellos podían estudiarnos y hacer modelos de nuestro trabajo y compararnos con nuestros colegas. IBM está desarrollando modelos matemáticos con información de 50 mil empleados para comprender mejor cómo trabajan y poner a cada uno a ser más productivo…”.
Jorge Bucay dijo: “Internet: el infinito sin privacidad”. En este mundo de Big Brother, la privacidad no existe.
Debemos reconocer que es incómodo saber que un gobierno o una persona o una empresa extranjera tiene tanta información personal sobre nosotros. ¿Hay algo que podamos hacer? En verdad creo que es poco lo que podemos hacer, ya que en este mundo es muy difícil ser anónimo. Apenas que tomemos la decisión de dejar de usar el internet, dejar de usar nuestro celular o dejar de usar nuestra tarjeta de crédito, pues básicamente nuestros datos, nuestra información personal ya está disponible a muchas, muchas personas.
Vean este martes a las 23:30 horas mi reportaje para transmitirse en Proyecto 40 sobre la polémica de la Cédula de Identidad Ciudadana en Seguridad total.
www.anamariasalazar.comanamaria@anamariasalazar.com
Analista política

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