lunes, 18 de enero de 2010

Revolución y Contrarrevolución en la Independencia de México 1767-1867

Independencia
JORGE GORDILLO a.m.com.mx 18 Enero 2010
Revolución y Contrarrevolución en la Independencia de México 1767-1867


¡Saludos históricos con cinco siglos de peso!
Muchas páginas de historia se han escrito sobre los acontecimientos que estamos recordando en este 2010.
De todos estos aconteceres y pareceres, de los personajes que intervinieron, de todas las corrientes filosóficas de la época, de todos las influencias de los diferentes países que tuvieron que ver durante estos siglos incluyendo el nuestro y que tienen que ver con el estatus actual, de todos los historiadores, de todos los analistas y comentaristas, de todos los académicos, lo que seguirá haciendo su labor será “La Revolución de las Ideas” éstas, tanto en calidad como en cantidad. Aumento algo más:
¿Seremos capaces los ciudadanos actuales de ponernos cada uno en nuestro lugar con una visión comunitaria tal, que construyamos todos una armonía general que favorezca el bienestar común?
Siempre habrá grupos de presión y grupos de poder, quienes siempre defenderán sus intereses. Estamos sin embargo, en un ambiente difícil en el que nadie sale favorecido. Es una responsabilidad de todos los habitantes propiciar este ambiente armonioso de Beneficio Colectivo. El autor señala:
“El primer gobierno independiente habría de enfrentarse con cinco problemas que requerían su atención inmediata: primero, en la estructura heredada de la Colonia, promover el libre comercio, todavía en manos de monopolistas españoles, y conseguir los fondos necesarios para la marcha del gobierno; segundo, en el aspecto político, buscar los medios idóneos para definir y consolidar el gobierno especialmente después de la negativa de la monarquía de enviar a un bordón al trono ofrecido por Iturbide, y de conciliar las inestables y diferentes facciones políticas identificadas entre partidarios del progreso y del retroceso que no lograban ponerse de acuerdo sobre la estructura del nuevo gobierno: ¿monarquía o república?; tercero, en el aspecto social, la pacificación del país mediante el principio de unión entre europeos y americanos, quizá el reto más difícil por el odio acumulado desde la inmolación de los líderes del Ayuntamiento en 1808, la persecución de “gachupines” en el inicio del grito de Hidalgo y los excesos del ejército español en la lucha por la independencia; cuarto, en la organización de su gobierno, resolver el problema del empleo y estructurar la administración pública que heredaba, así como resolver las demandas de empleo que implicaba la sustitución de los españoles, que se habían hecho “poco a poco y cada vez más indeseables”, para incluir en la administración a sus opositores los “nativistas”, como los identifica Harold D. Sims; y quinto, en el aspecto diplomático, buscar soluciones a la negativa de España y el Vaticano para reconocer la independencia de México que, como es de suponer, aumentaba la incertidumbre sobre el destino de los peninsulares.”
Superar esas grandes dificultades era todo un reto. A esa etapa histórica le aumentamos esta otra: “La definición y defensa de la Nación y de la Soberanía.” Sigue el autor comentando.
“Para nacer era necesario construir un mundo y para lograrlo se requería destruir otro. Éste era el reto que enfrentaban los primeros gobiernos republicanos del México independiente. El país había cambiado considerablemente en la década de la lucha por la independencia. Comenzó su internacionalización al abrir sus fronteras y pronto sintió la inmigración y la presencia creciente de estadounidenses, ingleses y franceses. La movilidad geográfica y social se había notado en la incorporación de nuevos grupos económicos y un buen número de intelectuales que habían llegado de todos los rincones de la nación a realizar sus estudios en la capital, el surgimiento de nuevos líderes regionales incluyendo párrocos y sacerdotes. Pero, sobre todo, la participación activa de los militares en la economía y en la política nacional.
El primer gobierno republicano, encabezado por Guadalupe Victoria, y los que siguieron, no lograron superar la inercia de trescientos años de vida colonial. Las luchas enconadas entre las fuerzas del progreso y del retroceso, que identificaban a los adversarios políticos de la época, terminó en crisis. Los adversarios no se pusieron de acuerdo en la creación de las nuevas estructuras. Las elecciones para votar al segundo presidente se distinguieron por la desconfianza de los mexicanos en las instituciones y en sus líderes. Ésta hizo imposible que los contendientes encontraran puntos de acuerdo para transitar en el futuro.”
La ignorancia campeaba por todo el territorio. Ahora hemos avanzado. Tenemos muchos intelectuales y un pueblo más alfabetizado, pero también grandes multitudes con otro problema fuerte: la indiferencia y la apatía hacía la solución de los grandes problemas de este siglo 2000. ¿Qué hacer?
¡Nos leeremos en la próxima!

FICHA TÉCNICA:
Título: Revolución y contrarrevolución en la Independencia de México 1767-1867
Autor: Romero Flores Caballero
Editorial: Océano
Número de páginas muy amenas: 323
Precio: $ 295.00
Capturista: Ma. Elena Martínez

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