Antonio González Curi El Universal 29 Marzo 2010
Para quienes hemos vivido frente al mar, las vivencias nos acompañarán toda la vida: el espectáculo de la flota ribereña, el antiguo mercado donde asombraba la exhibición de tortugas y tiburones de gran tamaño y los astilleros donde enjambres de obreros construían barcos camaroneros.
Hoy la pesca en México se encuentra sumida en una severa crisis que se acentúa por el boicot de Estados Unidos al camarón mexicano, debido a la falta de cumplimiento de las normas internacionales en el uso adecuado de los dispositivos excluidores de tortugas.
Un grave problema se suma al desalentador escenario del sector, reflejado por el estancamiento de la producción, en cerca de 1,600,000 toneladas, y la pobreza que afrontan los casi 300 mil mexicanos que dependen de ella. Esto requiere soluciones definitivas. De no tomarse decisiones, la pesca puede sucumbir, a pesar de los 11 mil 500 kilómetros de litoral, más de 3,000,000 de kilómetros cuadrados de zona económica exclusiva, casi 3 millones de hectáreas de cuerpos de aguas interiores y la experiencia adquirida por nuestros hombres de mar.
El apoyo del gobierno a la pesca ha tenido dos momentos destacados: en los 50 cuando Ruiz Cortines impulsó “La marcha al mar” y en los 80 cuando se creó la Secretaría de Pesca. Desafortunadamente en 2001 perdió jerarquía al crearse la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura dependiente de la Sagarpa.
Las principales causas que han afectado la pesca son: la sobreexplotación, la pesca ilegal, la delimitación de Pemex de las zonas de captura de camarón, la contaminación y los altos precios del diesel.
El empleo en las plantas de camarón y los astilleros ha disminuido. Ahora trabajan a menos de 10% de su capacidad y perdieron mano de obra altamente calificada.
La flota camaronera ha decrecido de 2 mil 713 embarcaciones en 1980 a menos de 2 mil, mientras que las embarcaciones ribereñas han pasado de 32 mil 510 en 1980 a más de 100 mil.
En los últimos años se ha intensificado la acuacultura y la maricultura. Ahí está el mayor potencial de la actividad, ya que las especies que se cultivan aportan mayores ganancias.
En 1980 la producción pesquera fue de un millón 250 mil toneladas, de las cuales un millón 170 mil provinieron de la captura y 80 mil, de cultivos. En 2009 fue de un millón 700 mil toneladas, de las que un millón 403 mil fueron capturadas y 297 mil, cultivadas.
En 2000 se produjeron 95 mil toneladas de camarón y 187 mil en 2008. La acuicultura aportó 70% del total.
Para reactivar la pesca se requiere: crear la Secretaría de Pesca y Acuacultura, establecer una rigurosa administración de las pesquerías, destinar más recursos a la investigación, dotar de infraestructura para la óptima operación de las flotas, atraer recursos externos e inversión privada, resolver el problema del alto precio del diesel, consolidar en el mercado interno nuestros productos, impulsar las exportaciones y fortalecer la acuacultura y la maricultura.
Es urgente que nuevos tiempos lleguen al sector para capitalizar la actividad, fortalecer la economía de los estados costeros, generar empleo, obtener más divisas y mejorar la alimentación del pueblo mexicano.
México han echado en saco roto todas las advertencias: importantes especies están en peligro de desaparecer sin que las autoridades actúen contra los depredadores. Nadie parece estar interesado en salvar a nuestros mares de la contaminación y sobreexplotación.
Ex gobernador de Campeche
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