lunes, 15 de marzo de 2010

Palabras para un Imperio

Sobre “The Hurt Locker” (En tierra hostil)
Salvador López Arnal Rebelión 12-03-2010

No he visto En tierra hostil. Para ser sincero: no ardo en deseos de verla. Para ser más sincero aún: el espacio de mis inquietudes que la señalan es biyectable con el conjunto vacío.
Sara Brito se ha preguntado en Público [1] por las razones que pueden explicar el amplio arco de reconocimiento transitado por la película de la señora Bigelow: de la indiferencia o indignación tras su presentación en la Mostra de Venecia de 2008 (el jurado estaba presidido por Win Wenders) hasta los seis Oscars de la noche de 7 de marzo de 2010, pasando por los aproximadamente setenta premios conseguidos durante estos dos años. ¿Es casual, pregunta Sara Brito, que ésta sea la primera película sobre el conflicto iraquí que ha arrasado entre la crítica, aunque no entre el público americano? Su respuesta: no es marginal que sea la película con “menor carga ideológica” realizada hasta el momento “la que haya puesto de acuerdo a los medios y a la Academia”.
No es evidente que esta explicación carezca de alguna arista débil. Marcos Salgado [2], por ejemplo, ha señalado argumentadamente hacia una vértices muy alejados: “[…] Más allá de sus cualidades técnicas y narrativas, cuestión que no compete abordar aquí, “The Hurt Locker” es, esencialmente, propaganda de guerra. De una guerra de ocupación que ya lleva siete años, y donde murieron, según cálculos muy conservadores, al menos 100.000 civiles, otros, indican que esa cifra supera el millón de personas. El detalle de las bajas estadounidenses es más puntilloso: 4.698, hasta ayer. Sin embargo, en la gran ganadora de los Oscar nuestros héroes jamás disparan sus fusiles si no están seguros de que el civil que tienen enfrente representa una amenaza. Se ponen nerviosos, sí. Hasta tienen miedo, pero no disparan. ¿Quién mató entonces a tantos civiles en Iraq? Nuestros héroes, seguro que no”.
Joanne Laurier [3] por su parte, ha señalado en la misma dirección: “La mayor falacia de la película es que sus realizadores parecen creer que se puede esbozar un retrato fiel de la situación psicológica y moral de las tropas estadounidenses sin abordar la naturaleza de la empresa iraquí en su conjunto, como si esta última no afectara la forma de pensar y actuar de los soldados. En tierra hostil adolece de problemas artísticos graves. ¿Cómo podría ser de otro modo? La premisa en que se basa la película es profundamente falsa y, para ser francos, estúpida; sin ir más lejos, que se puede tratar el conflicto iraquí con «neutralidad», sin pronunciarse sobre sus razones o sinrazones, como un ejemplo de guerra «en abstracto».
Para redondear el círculo, es conveniente recordar las palabras que la premiada directora, una informada ciudadana usamericana de 58 años, pronunció la noche del 7 de marzo cuando le fue entregado el Oscar a la mejor dirección, el primero que se entrega a una mujer en los 82 años de historia de los premios: “Dedico este premio a los hombres y mujeres que sirven en Iraq, Afganistán y en todo el mundo. Que regresen sanos y salvos a casa”. Aplausos, más aplausos.
¿Palabras improvisadas? No hay nada improvisado en la “ceremonia de la entrega”. Buscadas y medidas palabras, una detrás de otra, una al lado de la otra. Soldados y oficiales que sirven en Iraq, Afganistán y en todo el mundo. Claro aunque no distinto.
¿Recuerdan alguna declaración reciente que roce ni siquiera la zafiedad de este servilismo cómplice? ¿Puede haber alguna duda sobre las intersecciones no vacías entre el Pentágono, la Casa Blanca y el grupo dominante de la industria de Hollywood? ¿Película sin apenas carga ideológica? Todo parece apuntar en dirección opuesta. ¿Simples palabras de agradecimiento? No lo parecen. ¿Jalear oídos de los poderosos? ¿Agradecer la mano que mece una cuna y un hábitat de privilegiados? No parecen hipótesis muy rebuscadas.
¿Una izquierda trasnochada que ve cine como quien lee un ensayo o un panfleto político-ideológico? Será eso.. aunque no lo parece desde luego.
PS: Perdón, me olvidaba. Barbara Streisand hizo entrega de la estatuilla a la patriota directora usamericana. Mejor imposible, acierto pleno en la elección
Notas:
[1] Sara Brito, “El filme sobre la guerra con el que EEUU puede tragar” Público, 9 de marzo de 2010, p. 37.
[2] http://www.rebelion.org/noticia.php?id=101905
[3] http://www.rebelion.org/noticia.php?id=102004

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