jueves, 25 de marzo de 2010

La justicia también tiene agenda política

María Teresa Jardí PorEsto 24-marzo-2010

El capitalismo salvaje exportado al mundo, bien a bien, quién sabe por quién, ni tampoco sabemos desde dónde, pero claramente impuesto en el mundo por el imperio yanqui, da marcha atrás en uno de los rubros: el de la seguridad social, obligadamente impuesta por el imperio gringo, su cancelación a favor de los gobernados, por los neoliberales a modo del imperio.
Se ve que se trataba de imponer que se cancelara del todo esa seguridad en el sometido, merced a apátridas traidores, tercer mundo. E incluso en países del primero como Francia, que más de una confrontación han sufrido por eso. E igual se ha querido imponer en España, a lo que Rodríguez Zapatero, como ha podido, se está, cada vez de manera más tenue, oponiendo.
Se trataba de imponer, para luego el imperio medio retroceder, para hacer creer a los suyos, tan incultos también mayoritariamente, y a los otros, a los que previamente se les ha bajado el nivel educativo, en ocasiones, como en el caso mexicano, a niveles que hasta a la Gordillo deben causar vergüenza, y, por otros, en los que aunque no se ha llegado al vergonzoso nivel educativo de México, muchos problemas también enfrentan, que siguen siendo el país a imitar por el resto del mundo.
No señores. Con un negro, lo mismo que con un blanco, el imperio yanqui es el enemigo del mundo. La derecha fascista, que al imperio yanqui somete, es el enemigo del mundo. La derecha fascista que lo mismo es dueña de los hospitales, que de los transnacionales laboratorios, cada vez más claramente impulsores de las enfermedades y envenenadores de las personas, que además como conejillos de india usan, en los países que, debido a la pobreza y/o con traidores, se los permiten y si no se los permiten igual se arrogan el derecho, como hacen, como destructores de todo lo bueno que son, con todo, a cambio de dinero.
Lo que hay que combatir como el enemigo que ahoga a la humanidad entera es a la derecha, fascista, que como cabeza visible al imperio lleva. Derecha embozada en todos los lugares. Derecha que ha convertido a la Justicia en un ente con agenda propia.
La derecha que hoy contra el juez Garzón se lanza sin miramientos y con tres apenas pretextos sin validez jurídica. Curiosamente también de derecha Garzón. Pero quien ha perseguido incluso a sus pares corruptos que hoy de la mano del PP buscan defenestrar a ese valiente juez.
Que Garzón ha cometido errores, por supuesto. Que es una persona arrogante. No se logra exhibir la corrupción de un dictador como Pinochet sin serlo. Que a muchos les molesta, es obvio. Que se ha ganado con su intransigencia muchos enemigos. Si no fuera intransigente, sería otro corrupto. Si pudieran sus enemigos lo matarían.
Pero odiarlo, lo odia el PP, como sólo odia la derecha fascista. No le van a perdonar nunca el haber querido establecer desde el punto de vista penal las responsabilidades sobre los crímenes cometidos por el golpista general Francisco Franco y las huestes de derecha que lo apoyaron en contra de los republicanos que sólo defendían una república elegida en las urnas. Que lo van a condenar, es muy posible. A final de cuentas lo juzgan los jueces de derecha que lo detestan incluso porque los ha exhibido como mediocres frente a su gran valentía. La justicia también tiene agenda política.
Y los mismos, al servicio de la derecha fascista, con las puertas abiertas por un usurpador, que como la derecha odia, aunque su mediocridad lo haga irrelevante para ella, son los que han venido a imponernos la represión, al estilo de Irak y de Afganistán, que es lo que aquí sigue.

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