“Toda la política es local”

“Toda la política es local”

Francisco Abundis NSS Oaxaca El Universal 16 de Febrero de 2010

¿Por qué el PRI está tan alterado con las alianzas entre PAN y PRD? ¿Que llevó a su lídereza, Beatriz Paredes, a retomar el lema republicano español de “No pasarán”, que es una arenga de vida o muerte en una guerra civil?

Algunos investigadores de opinión hemos realizado mediciones de las alianzas, en particular la del PRD y el PAN. Da la impresión de que las alianzas no son teóricas, ni están hechas de la misma materia. Obedecen a lugares y candidatos concretos y su aceptación depende de los electores de cada estado. No es pertinenete evaluarlas de manera general.

Han sido varias encuestas que muestran un rechazo generalizado a las alianzas. En la medición telefónica de BGC —Excélsior— 54% de los entrevistados expresó un rechazo a la alianza PAN-PRD. Demotecnia, en Milenio, publica una encuesta según la cual el 64% de los entrevistados consideraba un error las alianzas pactadas entre el PAN y el PRD.

EL UNIVERSAL difunde su encuesta a propósito del tema. En ella se observa cómo 6 de cada 10 encuestados, de la población en general, manifiesta su rechazo a las encuestas electorales.

De la misma manera Parametría realizó también un diagnóstico sobre las alianzas electorales. Los resultados son similares: el 46% de la población a nivel nacional dijo que no apoyaría una coalición en la que el partido político de su preferencia se aliara con otro al que no encontrase de su agrado.

Sin embargo, al analizar los datos por región o tipo de alianza hay diferencias sustantivas; por ejemplo, mientras en todo el país el rechazo a las alianzas es del 46%, en el DF perredista es de 55%, casi 10 puntos más de rechazo. Luego cuando a las alianzas se añade el nombre del partido político saltan otras diferencias. La alianza PAN-PRD enfrenta un mayor rechazo (41% nacional y 49% en el DF), que la del PRI-PVEM (28% nacional y 42% en el DF).

Pero la mayor diferencia viene cuando la alianza se perfila en una perspectiva concreta: partidos, cargo a disputarse, entidad y, sobre todo, candidato. Un ejemplo ilustrativo es la alianza en Oaxaca.

Para la elección a gobernador de Oaxaca, Parametría hizo una encuesta en vivienda en la entidad, con candidatos y opciones de alianzas concretas. Los resultados sugieren que las mediciones serán más fáciles de evaluar para el elector en la medida que se apliquen a casos probables y no sólo hipotéticos. Mientras se evaluaron las posibles alianzas PAN- PRD-PT-Convergencia de un lado y PRI-PVEM del otro, la coalición priísta se mantenía como ganador con 54%, frente a 43% de la unión opositora.

Cuando se incluyó el nombre de los posibles candidatos, las preferencias cambiaron radicalmente. La alianza PAN-PR-PT-Convergencia pasa a ser ganadora (cuando menos con 5% de diferencia), si el abanderado fuese Gabino Cué. Con este candidato, la alianza tiene una preferencia mayor a cualquiera de los posibles contrincantes, independientemente de las siglas que impulsaran su postulación.

De tal manera que, cuando menos en Oaxaca, la alianza que busca arrebatarle al PRI uno de sus estados más emblemáticos, se convierte en un contrincante muy competitivo a 5 meses de la elección. Muchas cosas están todavía por suceder en este estado, empezando por una campaña electoral, pero es bueno tener idea de cómo empieza la contienda. Medidas así las preferencias electorales, tiene sentido que se haya concretado la alianza del PAN y PRD en Durango, y quizá en Puebla e Hidalgo.

En un análisis prospectivo algunos analistas han sugerido que en el fondo lo que está de por medio es la posibilidad de que el PRI pudiera perder la Presidencia en 2012. Si PAN y PRD llegan a tener una alianza en el Estado de México, Peña Nieto no podría ganar su estado y de esta manera quedaría descartado como candidato. Todo esto es muy especulativo, pero no deja de ser una posibilidad, o por lo menos así parece que lo están evaluando los líderes de las tres principales fuerzas electorales del país.

Tip O´Neill destacado demócrata en Massachussets afirmaba que la política no cobra sentido si no se lleva al terreno local, en esta caso estatal. Que es allí donde cobra dimensión y peso. PAN y PRD han tomado su máxima literalmente.