lunes, 1 de marzo de 2010

Enredados

Enredados
Mayté Noriega El Universal 27 de febrero de 2010

En los últimos días creció la tensión en las principales ciudades de Tamaulipas debido a la constante publicación, en Facebook y Twitter, dos de las más populares redes sociales en nuestro país, de mensajes con noticias de balaceras en diferentes lugares del estado pero sobre todo en escuelas. Se informó de asesinatos de funcionarios estatales y municipales. Nadie confirmó los datos ni verificó las fuentes y con total irresponsabilidad se reenviaron los mensajes que aumentaban en número de manera desproporcionada.
Los padres de familia acudían en tropel a recoger a sus hijos de las escuelas después de recibidos los mensajes. Los desmentidos en los medios de comunicación pasaban inadvertidos. La información que proporcionaban los funcionarios parecía no permear en el ánimo de la gente que, presa del miedo, reaccionaba a cualquier mensaje en Twitter o Facebook, sin importar quién lo enviara. El miedo se extendió a tal grado que la gente decidió imponer su propio toque de queda. Los comercios del centro histórico de Nuevo Laredo empezaron desde este lunes, a cerrar sus puertas antes de lo establecido y la gente decidió “guardarse” antes de las nueve de la noche. No hay niños por la calle y los llamados a la calma de los alcaldes se enfrentan con la realidad de las ejecuciones. Veinte en 72 horas esta semana. No hay llamado a la calma ni discurso oficial que pueda contra la realidad de la violencia exacerbada. De hecho el jueves, Michael Barkin, cónsul de Estados Unidos en Matamoros, informó que la agencia consular en Reynosa permanecería cerrada desde el jueves y hasta el lunes debido a los hechos de violencia de los últimos días. La información sobre la realidad que difunden los medios, con datos confirmados y fuentes fidedignas, lo que hace es confirmar la violenta inseguridad que se vive en el estado de Tamaulipas desde hace ya mucho tiempo.
Los mensajes aparecidos en Facebook y Twitter han generado, a decir de las autoridades de Tamaulipas, una sicosis de miedo entre la población que podría llegar a ser peligrosa, porque ha provocado actitudes de desesperación que amenazan con salirse de control.
Las redes sociales han demostrado ser herramientas eficientes para la difusión de información como fue en el caso del terremoto que sucedió en Haití. Muchos fueron los periodistas que recurrieron a ellas para el envío de sus notas e imágenes a fin de que el mundo conociera la realidad del desastre provocado por el terremoto y se volcara a ayudar.
Las redes sociales han sido bien recibidas por la gente porque son plurales y propician la igualdad y la integración. Respetan el anonimato y permiten la notoriedad de los anónimos, propician y respetan la libertad de expresión y la aceptación de los rechazados. Esta es su magia y el origen de su éxito.
Aunque también ahí radica parte del problema. El desconocimiento de la identidad de toda la gente que tiene acceso al envío de mensajes, garantiza la impunidad ante actos como el que detallamos en este artículo.
Sería insensato criticar las redes sociales sin entender los beneficios que de ellas recibe la sociedad actual, lo que hay que cuestionar es el uso irresponsable de estas redes para el envío de mensajes que no tienen como base información sólida o de una fuente fidedigna porque ello puede provocar que se pongan en peligro más vidas de las que se pretende salvar, si es que ese fue el propósito en Tamaulipas. No olvidemos que el miedo puede llegar a ser un muy peligroso sentimiento colectivo.

Periodista

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