Revista "Forbes" evalúa realidad mexicana
Gilberto Balam Pereira HTML clipboard PorEsto 20 Marzo 2010
¿Es México realmente un país pobre?
Por un canal de cable de tv, vi anoche una película mexicana -"Renuncia por Motivos de Salud"- que desconocía como seguramente lo fue también en su tiempo para muchos de mis cuates, porque, estuvo censurada y la copia que ahora se pasa, se le ve acotada. Dirigida por el doctor campechano Rafael Baledón en 1975 e interpretada por Ignacio López Tarso, quien por cierto al principio, en la vida real, se declaraba abiertamente "socialista". Fue quien interpretó también la joya de denuncia del cine mexicano "La Rosa Blanca" (1961) enlatada por muchos años por la censura porque presenta los abusos excesivos de los primeros explotadores extranjeros del petróleo en México. Bueno, para prolegómeno basta.
A donde quiero llegar es que en la cinta de Rafael Baledón y López Tarso se plasma la corrupción que priva hasta la actualidad en su máxima expresión.
Gustavo (López Tarso) es un funcionario honesto que debe enfrentar los intentos del Subsecretario de su dependencia de corromperlo para que por órdenes del Secretario mismo, cambie los dictámenes que justificaría cientos de sobornos que ha habido en la cúpula y alta burocracia de su oficina.
Rendijas, digo yo, por donde escapan los recursos financieros de nuestro rico país que en última instancia van a parar a manos de los grandes magnates y reducido número de mexicanos que concentran finalmente las riquezas del país. En la película, el hijo del burócrata honesto (ILT) le reprocha molesto a su padre: "eres honesto, ¿y de honestidad vamos a vivir después de que termine el sexenio? ¿Cuál es tu prejuicio? Roban todos, el Ministro, el Subsecretario, la secretaria, ¡todos!, ¡todos!"
Siguiendo la misma lógica, Dennis Dresser, en Proceso (14/03/10) cotorrea el discurso panegirista de Beatriz Paredes sobre su partido el PRI con motivo de sus 81 (D) años y dice DD que dijo BP; "y como muestra, he allí los paradigmas priistas de nuestra excelsa forma de hacer política honesta: Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, Ulises Ruiz, Mario Marín, Arturo Montiel, Carlos Salinas, Deschamps, Madrazo, Elba Esther Gordillo".
Lecciones de honestidad, digo yo, que pronto aprendieron los panistas en dimensión exponencial al asumir el poder. Allí está el usurpador Fecal que apenas llegó a Banobras comenzó a acumular bienes inmuebles con codicia enfermiza, sin recato y sin declarar dichas apropiaciones.
Otras rendijas de acumulación de riqueza son los contratos sin licitación, las llamadas partidas "discrecionales" del presupuesto sobre las que se avorazan los políticos. Así mismo, los grandes sueldos y prestaciones a funcionarios, enormes jubilaciones y evasiones fiscales entre otras.
Son dinámicas que explican la desigualdad y el decepcionante desempeño de la economía nacional cuya riqueza, por los mecanismos de muchos ladrones (políticos, empresarios, líderes venales sindicales) mexicanos, nunca es compartida con el resto de la población.
Ese reducido núcleo de malos mexicanos (9) han elevado su patrimonio, de 2009 a 2010, en un 61% al pasar de 55.1 a 90.3 miles de millones de dólares según información reciente de la revista Forbes, contribuyendo así estos impúdicos ladronzuelos a la contracción del 6.5 % de la economía mexicana.
Menciona la misma publicación los nombres de estos malandrines que se barajan alternativamente los primeros lugares: Slim, Harp, Salinas Pliego, Azcárraga, Larrea, Bailleres, Arango, quienes sobrepasan a Aramburuzabala, Saba, Zambrano, Garza Lagüera, Peralta, González Barrera, Martín Bringas, Claudio X. González y otros distinguidos más.
Se calcula que todos estos ricachos han acumulado un 11 % del producto nacional que es poco más de 11. 8 BILLONES de pesos, y un 15 % del PIB, sin tomar en cuenta la opacidad del manejo de recursos de otras instancias como son los sindicatos y la paraestatal Pemex.
Por supuesto que a esta gentuza no le preocupa que la economía nacional se recupere o no. Y seguirán expoliando los bolsillos de los mexicanos mientras se les permita seguir haciéndolo. México es un condominio compartido entre ellos.
No habrá una redistribución equitativa de la riqueza y un gasto público eficiente, mientras no se expulse a patadas por el trasero a los usurpadores corruptos del poder: PRI y PAN. Suben todos a robar, no a servir.
El Plan Alternativo de Nación de AMLO sigue siendo una esperanza para detener la ambición patológica de estos jueputas
¿Es México realmente un país pobre?
Por un canal de cable de tv, vi anoche una película mexicana -"Renuncia por Motivos de Salud"- que desconocía como seguramente lo fue también en su tiempo para muchos de mis cuates, porque, estuvo censurada y la copia que ahora se pasa, se le ve acotada. Dirigida por el doctor campechano Rafael Baledón en 1975 e interpretada por Ignacio López Tarso, quien por cierto al principio, en la vida real, se declaraba abiertamente "socialista". Fue quien interpretó también la joya de denuncia del cine mexicano "La Rosa Blanca" (1961) enlatada por muchos años por la censura porque presenta los abusos excesivos de los primeros explotadores extranjeros del petróleo en México. Bueno, para prolegómeno basta.
A donde quiero llegar es que en la cinta de Rafael Baledón y López Tarso se plasma la corrupción que priva hasta la actualidad en su máxima expresión.
Gustavo (López Tarso) es un funcionario honesto que debe enfrentar los intentos del Subsecretario de su dependencia de corromperlo para que por órdenes del Secretario mismo, cambie los dictámenes que justificaría cientos de sobornos que ha habido en la cúpula y alta burocracia de su oficina.
Rendijas, digo yo, por donde escapan los recursos financieros de nuestro rico país que en última instancia van a parar a manos de los grandes magnates y reducido número de mexicanos que concentran finalmente las riquezas del país. En la película, el hijo del burócrata honesto (ILT) le reprocha molesto a su padre: "eres honesto, ¿y de honestidad vamos a vivir después de que termine el sexenio? ¿Cuál es tu prejuicio? Roban todos, el Ministro, el Subsecretario, la secretaria, ¡todos!, ¡todos!"
Siguiendo la misma lógica, Dennis Dresser, en Proceso (14/03/10) cotorrea el discurso panegirista de Beatriz Paredes sobre su partido el PRI con motivo de sus 81 (D) años y dice DD que dijo BP; "y como muestra, he allí los paradigmas priistas de nuestra excelsa forma de hacer política honesta: Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, Ulises Ruiz, Mario Marín, Arturo Montiel, Carlos Salinas, Deschamps, Madrazo, Elba Esther Gordillo".
Lecciones de honestidad, digo yo, que pronto aprendieron los panistas en dimensión exponencial al asumir el poder. Allí está el usurpador Fecal que apenas llegó a Banobras comenzó a acumular bienes inmuebles con codicia enfermiza, sin recato y sin declarar dichas apropiaciones.
Otras rendijas de acumulación de riqueza son los contratos sin licitación, las llamadas partidas "discrecionales" del presupuesto sobre las que se avorazan los políticos. Así mismo, los grandes sueldos y prestaciones a funcionarios, enormes jubilaciones y evasiones fiscales entre otras.
Son dinámicas que explican la desigualdad y el decepcionante desempeño de la economía nacional cuya riqueza, por los mecanismos de muchos ladrones (políticos, empresarios, líderes venales sindicales) mexicanos, nunca es compartida con el resto de la población.
Ese reducido núcleo de malos mexicanos (9) han elevado su patrimonio, de 2009 a 2010, en un 61% al pasar de 55.1 a 90.3 miles de millones de dólares según información reciente de la revista Forbes, contribuyendo así estos impúdicos ladronzuelos a la contracción del 6.5 % de la economía mexicana.
Menciona la misma publicación los nombres de estos malandrines que se barajan alternativamente los primeros lugares: Slim, Harp, Salinas Pliego, Azcárraga, Larrea, Bailleres, Arango, quienes sobrepasan a Aramburuzabala, Saba, Zambrano, Garza Lagüera, Peralta, González Barrera, Martín Bringas, Claudio X. González y otros distinguidos más.
Se calcula que todos estos ricachos han acumulado un 11 % del producto nacional que es poco más de 11. 8 BILLONES de pesos, y un 15 % del PIB, sin tomar en cuenta la opacidad del manejo de recursos de otras instancias como son los sindicatos y la paraestatal Pemex.
Por supuesto que a esta gentuza no le preocupa que la economía nacional se recupere o no. Y seguirán expoliando los bolsillos de los mexicanos mientras se les permita seguir haciéndolo. México es un condominio compartido entre ellos.
No habrá una redistribución equitativa de la riqueza y un gasto público eficiente, mientras no se expulse a patadas por el trasero a los usurpadores corruptos del poder: PRI y PAN. Suben todos a robar, no a servir.
El Plan Alternativo de Nación de AMLO sigue siendo una esperanza para detener la ambición patológica de estos jueputas
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