martes, 9 de marzo de 2010

Cobro por agua

SERGIO SARMIENTO a.m.com.mx 9 Marzo 2010

Los medios electrónicos están llenos de un nuevo anuncio del Gobierno federal que, a ritmo de rap, pretende convencernos de ahorrar agua. A lo largo de décadas hemos sido sometidos a muchas campañas de este tipo, como aquellas de “No la riegues” o “Aguas con el agua”. Todas tienen en común que han fracasado en lograr un descenso en el consumo de agua.
Cualquier economista medianamente preparado podría explicar las razones. Los seres humanos no ahorramos porque el Gobierno lo pida. Lo hacemos en cambio si el precio nos motiva para ello. Por ello, si realmente queremos disminuir el consumo del agua o de cualquier otro producto, lo que debemos hacer es subir el precio.
Los políticos rara vez entienden esta realidad económica. Piensan que pueden quedar bien con los electores, manteniendo precios artificialmente bajos en productos importantes, al tiempo que utilizan recursos de los contribuyentes en infructuosas campañas de publicidad que pretenden convencer a los ciudadanos de moderar su consumo.
Sorprendió así que en noviembre de 2009 el Gobierno del Distrito Federal haya tenido el valor de proponer un alza importante en el precio del agua. La Ciudad de México, como lo señalé entonces, tiene uno de los precios más bajos del País y, de hecho, del mundo. En 2009 el cobro promedio por agua en la Ciudad de México era de 2.30 pesos por metro cúbico, en Tijuana de 11 pesos y en Barcelona de 31 pesos. No sorprende así que el consumo en el Distrito Federal alcance los 307 litros por persona al día, mientras que en Tijuana sea de 190 y en Barcelona de 114.
El Gobierno del Distrito Federal propuso un incremento importante. Si bien no eliminaba el subsidio, e introducía un complejo sistema de pagos diferenciados, tenía previsto aumentar la recaudación en un 29%. Sin embargo, la Asamblea Legislativa, siempre más ignorante o populista, ha reducido de manera importante este incremento.
De conformidad con el sistema de cobros diferenciados por manzana y por volumen de consumo, más del 75% de los consumidores de agua en el Distrito Federal pagará sólo un 10% del valor real del líquido. El pago mínimo será de apenas 2 pesos por metro cúbico. Esto equivale a 0.002 pesos, una quinta parte de un centavo por litro.
Los capitalinos de nivel económico alto sí pagarán un precio más realista, de cuando menos 9 pesos por metro cúbico el cual se puede elevar hasta a 23 pesos. Se nos dice que el dinero que se recaude de ellos se invertirá en infraestructura y medidores que la ciudad necesita urgentemente. Ojalá que sea así, pero ciertamente se obtendrá menos de lo que se lograría si se cobrara un precio más realista a un porcentaje mayor de la población.
Lo que más preocupa, sin embargo, es que si se mantiene un subsidio muy alto al 75 % de los consumidores, lo más probable es que no se logre el objetivo de disminuir el consumo.
Los políticos argumentan que no se debe cobrar el agua a su precio real por razones sociales. El resultado, sin embargo, es que ha creado un sistema perverso en el que los más pobres tienen que pagar más por el agua ya que tienen que obtenerla por pipas y no por tubería.
Pobre del País cuyos políticos no entienden cómo funciona el mecanismo regulador de los precios, y peor aún si piensan que gastando millones de pesos de los contribuyentes en campañas de publicidad podrán resolver los problemas que ellos mismos ocasionan por sus políticas de precios.
GASTO PÚBLICO
El presidente Calderón declaró ayer que el dinero del gasto público se concentra en lo que la gente necesita más. La verdad lo dudo. En 2009, un año de crisis para la mayoría de los mexicanos, el gasto público subió 2.2% real para alcanzar los 3 billones 91 mil millones de pesos, la mayor cifra de la historia. Nos dicen que mucho del dinero se usó en gasto social. Si es así, ese gasto no ha dado a los mexicanos un mejor nivel de vida.
www.sergiosarmiento.com

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