Jugar a las “vencidas”

Laura Bolaños Cadena PorEsto 08-marzo-2010

En Ciudad Juárez, Chihuahua, un comando irrumpió en una celebración de estudiantes disparando indiscriminadamente y dando muerte a 15 personas, la mayoría jóvenes de institutos de educación superior. El pasado sábado 27 de febrero se repitió la acción, esta vez en la ciudad de Chihuahua contra jóvenes de la UACH, del Tecnológico y del Colegio de Bachilleres en una fiesta que se celebraba en una casa particular. Falleció uno y seis quedaron heridos de gravedad. Y aunque el hecho no pareció tan grave por el número de los muertos en el anterior ataque, no lo creo digno de minimizarse, porque no se trata de la cantidad de muertos en uno y otro caso, sino de la calidad del hecho.

Los narcos van ahora sobre las familias, y ni siquiera sobre familias de narcos, como ya lo han estado haciendo. Esto ya no es venganza entre ellos, sino propósito de imponer el terror. De demostrar que nada ni nadie va a detenerlos. Es un desafío abierto a toda la sociedad y al gobierno. A ver quién puede más. Y el gobierno empeñado en seguirles el juego. Vamos a ver ahora qué se le ocurre para devolverle los golpes al enemigo. Asistimos a un juego de fuerza y no parece que el Ejército vaya a resultar vencedor. No se enfrenta a una guerrilla pobre basada en el apoyo popular, y que con grandes esfuerzos consigue las armas, sino a un ejército bien organizado que en ocasiones ha demostrado poseer mejor armamento que las fuerzas regulares.

¿Cuánto va a durar este espectacular combate en el que sólo se han cosechado muertos y más muertos y el número de civiles inocentes a manos de los narcos va en aumento hasta llegar a grados de terrorismo puro? Pretenden conformarnos con las cifras de narcotraficantes detenidos, incluyendo capos de alta calificación; pero la organización delincuencial parece una hidra de mil cabezas. Los jefazos encarcelados son sustituidos de inmediato por otros. Y es que no se trata de paisanos improvisados defendiendo su tierra sino de gente que tiene entrenamiento e instrucción policíaca y militar, y con un monstruoso poder económico capaz no sólo de adquirir armas de altísimo poder, submarinos, barcos, aviones, sino de comprar gobiernos.

¿Qué hace una fuerza organizada cualquiera cuando tiene delante una fuerza superior? Emplear la inteligencia. Si no podemos ganar jugando a ver quién puede más, vamos cortando las líneas de abastecimiento enemigas, restándole poder por todas las vías. En este caso golpeando al lavado de dinero y a las fuentes de financiación por el lado de los adquirientes de la mercancía, que constituye la base de poder real del narcotráfico; pero no a los consumidores sino a la droga. Es la prohibición lo que alienta al delito.

“No es la prohibición en sí sino la droga. Está prohibida porque es dañina”, alegaron en una reunión reciente autoridades mexicanas de salud. Bueno, entonces ¿por qué no prohíben el alcohol -cuya prohibición desató el delito en EU a grados de espanto-, el cigarro -al que atacan hasta con medidas absurdas- y los alimentos chatarra, artículo bien comprobado como altamente dañino para la salud, en especial de los niños? En este caso el gobierno puede prohibir incluso su fabricación, pero fuertes intereses monetarios lo impiden.

Entonces, ¿qué ocurre con la droga? La razón es la misma que en el caso de los alimentos chatarra pero infinitamente más profunda y complicada. Se debe a la inmensa cantidad de dinero que genera y que llega a muchas altas esferas con poder político y económico y con pretensiones de dominio mundial. ¿Podemos creer que un gobierno tan poderoso con el estadunidense no haya podido derrotar al narco en 50 años? Vamos, ni siquiera disminuir el consumo interno de droga pese al severísimo trato dado a los consumidores, portadores a veces de cantidades ínfimas del estupefaciente.

De nuevo y no me cansaré de insistir. ¿Cómo entra la droga al país con las fronteras y sitios de acceso más vigilados del mundo? ¿Cómo burlan barcos, aviones y embarcaciones pequeñas a la poderosísima armada de los EU? ¿Qué hay de sus aduaneros? ¿Por qué no detectan y destruyen las redes de distribución interna en vez de conformarse con aprehender a los miserables “burreros”? Si es tan efectiva y digna de aplauso de su parte que el gobierno de México emplee al Ejército en esta lucha, de menos deberían militarizar la frontera por donde estos perversos hispanos introducen el veneno a su inocente país. ¿No será que detrás de toda esta farsa se esconden poderosísimos intereses económicos y políticos y planes de dominación mundial?

Para qué nos hacemos tontos; los gobiernos bien saben dónde está el quid de la cuestión. Y no se atreven a contrariar a quienes de veras tienen la fuerza en sus manos; pero un gobierno medianamente independiente debería tomar las medidas que favorecen a los suyos en lugar de atender intereses foráneos jugando a unas “vencidas” que está demostrado no puede ganar.

¡Ay, no me digan, qué horror!

A propósito del sainete que ha puesto al descubierto las maniobras PRI-PAN con acuerdos “en lo oscurito” firmados por Germán Nava, presidente del PAN y Beatriz Paredes, presidenta del PRI, el senador Manlio Fabio Beltrones, presidente a su vez del grupo parlamentario del tricolor, a nombre de los 33 senadores de éste, se deslinda de los hechos. Nosotros no fuimos. “No podría ser de otra forma: cambiar votos por pactos deshonrosos, nunca lo haríamos”. Pues entonces no serán del PRI.